American Idiot - Bungou Stray Dogs - Ranpoe

Nerviosismo en la primera cita.

Hacía mucho más frío de lo que había previsto Edgar Allan Poe.

Durante la semana pasada había estado monitoreando el clima como un halcón , ya que su reserva para cenar estaba afuera. Sin embargo, llegó un frente frío repentino y ahora los dos adolescentes caminaban de la mano por la acera, absolutamente helados . Si no hiciera tanto frío afuera, Poe habría estado sudando a mares. Esta fecha ya no iba según lo planeado.

"Tienes las manos muy frías, Eddie".

"No tienes que tomar mi mano, Ranpo."

Ranpo negó con la cabeza, lo que Poe agradeció. Realmente tampoco quería que el estudiante más bajo lo soltara. Sus manos estaban calientes y Poe realmente necesitaba eso ahora mismo. Parecía ser el que más sufría por el frío del aire.

"Creo que tus labios se están poniendo azules".

"Oh, Dios mío, ¿en serio?"

"No, no te preocupes, sólo quería ver si tu cerebro estaba funcionando correctamente y que responderías". Ranpo rió ligeramente.

"¿Que se supone que significa eso?"

"Has estado mirando hacia adelante con una expresión en blanco en tu rostro. Pareces un zombi o alguien a punto de morir de hipotermia. Quizás incluso ambas cosas".

"¿Te gustan los zombies?" Poe parpadeó e inmediatamente giró la cabeza. Lo que dijo fue extraño y él lo sabía. "Por favor, no me escuches, no sé por qué dije eso".

Ranpo sólo se rió. Al adolescente más alto le encantó su risa. Le ayudó a sentirse menos nervioso y, en ese momento, eso era exactamente lo que Edgar Allan Poe necesitaba. ¿Estaba emocionado por esta cita? Absolutamente jodidamente. ¿Estaba también absolutamente aterrorizado de que esto fuera horrible y Ranpo nunca volviera a hablar con él? Definitivamente.

En la cabeza de Poe, había planeado todo, hasta los temas de conversación que iba a plantear en su cita. Sin embargo, ya le habían deparado algunas sorpresas. El clima ya estaba demostrando ser un problema, ya que Poe literalmente sintió que iba a morir congelado. También estaba el regalo que Ranpo le había dado, el cual sostenía en su mano disponible. Fue una sorpresa inesperada pero muy apreciada, especialmente considerando que el estudiante de ojos verdes no era muy dador de regalos. De hecho, una vez había dicho que prefería recibir regalos en lugar de darlos, lo cual era... en realidad bastante comprensible.

"Eddie, ¿adónde vamos?"

"Cierto." El adolescente más alto pensó por un momento, tratando de recordar el nombre del restaurante. No podía recordarlo, aunque sí sabía adónde iba. Poe tenía la costumbre de recordar lugares, no nombres, especialmente desde que se mudó a Japón. "Está como a una cuadra de distancia. Nosotros, eh... pensé que el clima sería mejor... así que reservé asientos afuera".

"¿Estás tratando de matarnos?"

"¡No! ¡Literalmente pensé que sería agradable sentarme afuera! Él suspiró. "Cuando hice la reserva, decía que hoy haría buen tiempo".

"¿Van a tener siquiera asientos al aire libre? ¿No la cierran si hace demasiado mal tiempo?

Edgar Allan Poe se limitó a encogerse de hombros y al cabo de un minuto sacudió la cabeza. "No está lloviendo ni nada así, así que ¿probablemente no? No creo que cerraran una parte de sus asientos porque hace frío afuera".