—Necesito que entiendas que nada de lo que leíste, viste o te contaron por ahí, es real —el susurro ronco de su voz me estaba golpeando como el fuego al hielo y la descarga eléctrica me recorría por completo hasta mi vientre.
Llevábamos meses en esto y aún no me acostumbraba al impacto de su sola presencia. Menos a la atracción tan fuerte que mi piel tenía con la suya— A la única persona quiero así conmigo, es a ti. Me vuelves loca, Lalisa. Tú y solo tú.
La que se estaba enloqueciendo era yo. Mi instinto me ordenaba dejar todo ahora para protegerme. Alejarla. Pero mi cuerpo me pedía todo lo contrario.
—¿Por qué debería creerte? —prácticamente jadeo con un hilo de voz y me obligo a tragar saliva. Sabía perfectamente a dónde iba a llegar esto si seguía hablándome así.
Aunque viendo su boca tan cerca…
Dios ¿Por qué tenía que ser tan débil?
—Porque no te he dado ni una sola razón para que pienses lo contrario —responde con una sonrisa de lado tan cerca de mis labios…
—¿Y qué hay de las fotos? —intento concentrarme pero sus manos viajan por mi costado y la electricidad se va extendiendo hasta tocar cada punta y esquina de mi cuerpo.
—fueron sacadas de contexto. Son del programa de variedades mi amor —hunde su nariz por mi cuello con las últimas dos palabras resonando me en la cabeza. Era la primera vez que me llamaba así— No tienes porqué estar celosa de nada ni de nadie
El roce de su piel estaba llevándome al límite.
—¿Y quién dice que estoy celosa? —la enfrento con todo el débil orgullo que me queda y ella niega con la cabeza.
Ok. La respuesta era demasiado evidente, pero no podía dejarla llegar a mi tan fácilmente. No después de ver esas cosas en internet y por todos lados sin que lo negara.
Había dolido más de lo que podía admitir.
Se separa unos centímetros para estudiar mi expresión pero sus manos no me sueltan.
—¿Y ese show tuyo qué? —me encojo de hombros y enarca una ceja incrédula mientras sonríe demasiado pagada de si misma — ¿Me estás diciendo que me llamaste a media noche un domingo para decirme que no querías volver a verme en tu vida, simple y sencillamente porque te dio la gana?
Bajo la mirada sintiendo sus manos abrir mi bata de forma descuidada y con suma delicadeza pero la detengo. No tenía nada debajo.
—No —miento sosteniéndole la mirada lo más que puedo pero apenas podía ordenar mi cabeza con sus manos en mi— y ya deja de jugar conmigo.
¿Por qué le gustaba torturarme así?
—Yo no estoy haciendo nada —se excusa dejando vagar un dedo por el vértice de mis senos— aún
Mis mejillas arden de inmediato.
El solo pensar en ella haciendo esto con alguien más, provocándolo de esta manera tan primitiva, fue lo que causó que llamara esa noche.
Sabía que no tendría el valor de mirarla a los ojos y decir lo que dije. Además estaba tan furiosa que apenas la dejé hablar. Me cegué por lo que decían los medios. Me dio pánico el saberme engañada. Que ella había logrado engañarme.
Después de todos los cuernos que me habían puesto, ya no estaba dispuesta a arriesgarme de nuevo, pero cuando la conocí… incluso desde el primer instante, mi cuerpo y mi mente gritaron “mía”.
No lo admitiría jamás en voz alta, pero la sentía así, aún cuando no había ningún compromiso de por medio. Ni siquiera era mi novia por Dios… ¿Cuándo me había vuelto tan posesiva?
—Se mi novia, Lisa —dice de pronto y mis sentidos se enfocan en dos segundos.
—¿Qué?
—Sé mi novia —Repite acariciando mi mejilla
Trago saliva —deja de jugar Jennie.
—No estoy jugando —responde sincera.
El miedo me invade de nuevo. Tener una relación en este medio era complicado, toda la gente que conocía había sufrido por hacer pública esa parte de su vida privada. Yo misma la había pasado muy mal durante mi última ruptura. Todo el mundo se creía con derecho a juzgar mis decisiones.
—Hace tiempo que lo estoy pensando y no hay razón para seguir esperando —continúa— Quiero estar contigo. Sin escondernos de nadie. Callarles la boca a todos cuando inventen cosas así. Gritarle al mundo que se dejen de tonterías porque yo estoy solo contigo y te amo.
Mis ojos se abren de par en par y la garganta se me seca.
Esto era demasiada información junta.
—¿me amas? —pregunto con algo de miedo
—¿No se nota? Dure pidiéndote una cita por un mes entero, Lisa. Luego te seguí de Londres a Tailandia para tu gira y ahora estoy aquí, después de haber sobornado a medio hotel para que me dejaran pasar, solo para hablar contigo y explicarte las cosas —se ríe de si misma y logra sacarme una a mí también— Creo que fui bastante evidente, Lili.
—¿Entonces no solo estabas interesada en conocer el mundo?—bromeo suspirando
—Claro, fue el mejor tour de mi vida —me sigue el juego y no puedo si no ahora sí tomarla con fuerza por la cintura.
La tensión estaba al límite y no podía soportarlo más. Tenerla ahí, frente a mi con esos ojos de gato tan profundos y atractivos que fácilmente podían perderme, simplemente era demasiado.
—Júrame que no me estás mintiendo
—Te lo firmo si quieres
Pongo los ojos en blanco pero me rindo completamente mi instinto. Ella entiende lo que quiero fácilmente y en un segundo la siento por fin en mis labios.
Primero con un pequeño roce, tan suave que casi pensé que no había pasado, pero luego, cuando sus manos se aferraron con fuerza a mi nuca, la sentí de verdad.
La necesidad estaba subiendo de nuevo y con más fuerza por todo mi cuerpo haciendo mis piernas temblar, pero en cuanto sus dientes se aferraron a mi labio con fuerza, se me olvidaron hasta las ganas de respirar.
Mi cuerpo la estaba reclamando, mi sangre parecía hervir en mis venas y la libido en mi cuerpo no se podía contener más.
—¿Me deseas? ―le pregunto contra sus labios aprovechando el segundo que nos tomamos para tomar aire.
Jennie medio sonrió pegando su frente a la mía —¿Por qué no lo averiguas tu misma?
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————————— Va uno más, cuando llegue a 15 🌟 subo la parte que sigue 😈🔥
