Un Amor Infernal [Alastor X Lucifer]

¿AMOR?

Mientras me observaba en el espejo, ajustando meticulosamente cada pliegue de mi traje a medida que se deslizaba sobre mi cuerpo, mi mente divagaba hacia aquel inesperado encuentro con Alastor.

Recordé vívidamente cómo nuestros caminos se cruzaron en medio del bullicio de la ciudad infernal después de comer hot cakes, un encuentro casual que me dejó sorprendido y un tanto desconcertado.

Sin embargo, para mi asombro, nuestro camino se volvió a entrelazar una vez más.

Fue en una noche envuelta en el esplendor del castillo del infierno donde nuestros caminos se entrelazaron. Las luces parpadeantes y el suave murmullo de la música crearon un ambiente tranquilo.
pero fue su mirada penetrante lo que me atrapó desde el primer momento, claro aparte de su voz y carisma , yo estaba convencido  desde ese segundo encuentro de que lo Hiba a conocer mejor que nadie; que él hiba  a hacer  mi otra mitad.

"¿Te gustaría bailar?", preguntó con una sonrisa traviesa, extendiendo su mano con un gesto elegante. No pude resistirme a su encanto, y mientras nos movíamos al compás de la música, sus palabras elogiosas y sus coqueteos sutiles me envolvieron en un hechizo irresistible.

"¿Sabes quién soy?", me preguntó en un susurro, su aliento cálido acariciando mi oído. Me hizo sentir una corriente eléctrica atravezando mi cuerpo. Cuando confesó su verdadera identidad como el demonio de la radio, una mezcla de sorpresa y emoción se apoderó de mí. Pero en ese momento, en medio de la atmósfera embriagadora del baile, todo lo demás pareció desvanecerse parece que ese dato no me importo mucho la verdad.

"Me da igual quién seas", respondí, dejándome llevar por la pasión del momento mientras seguimos bailando.

Sin embargo, la sombra de Lilith se cernía sobre nosotros. "Deberías tener cuidado con él", advirtió, con una mirada llena de celos. Pero yo estaba decidido a seguir mi propio camino el era perfecto, sin importar las consecuencias yo en definitiva no me arrepentiria nunca .

"No permitiré que nadie se interponga entre nosotros ni siquiera ella", murmuró Alastor, sus ojos mostraban amor y celos. Sus palabras resonaron en mi mente, así que le toque la mejilla mientras se relajaba a mi toque, sonreí durante toda la noche.

Al llegar el momento de despedirnos después de que termino el baile, Alastor tomó mi mano con delicadeza, igual que la primera vez que nos encontramos en la calle, y la llevó a sus labios con galantería. Una sonrisa pícara jugaba en sus labios mientras me miraba fijamente.

"¿Te gustaría salir conmigo a una cita luci?", susurró, su voz cargada de un encanto irresistible. Mi corazón dio un vuelco ante la emoción de la propuesta, y sin dudarlo, asentí con una sonrisa radiante.

"Sí", respondí con entusiasmo, sintiendo una oleada de anticipación recorrer todo mi ser. Alastor me guiñó el ojo con complicidad, y supe en ese momento que la próxima cita sería  emocionante.

Después de semanas de citas y coqueteos, hoy por fin sentía que finalmente daríamos el siguiente paso en nuestra relación. Alastor no había dado señales de querer pasar al siguiente nivel.

Aunque hasta ahora solo nos habíamos besado y acariciado, esta noche sería diferente. Si él no se decidía, sería yo quien tomaría la iniciativa de tener sexo.

Con cuidado, aseguré un par de condones en el bolsillo interior de mi chaqueta y me rocié con una generosa cantidad de perfume. Cuando el reloj marcaba que el tiempo se estaba acabando, decidí teletransportarme con un simple chasquido.

Al llegar al lugar donde habíamos quedado era un restaurante italiano elegante y de ambiente tranquilo, Alastor estaba allí, esperándome con su típica sonrisa traviesa. '¡Hola, cariño!', me saludó con su voz suave pero llena de energía.