Semana Borusara 2024 🔩🥗

DÍA 7. NO IMPORTA QUÉ, TÚ SIEMPRE SERÁS MI PROTECTOR

Cumpleaños de Sarada|Hokage|Rebelde

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Kawaki y Code dejaron de existir, Ada y su hermano desaparecieron tras eso y ahora Boruto está de vuelta a la aldea después de intentar explicar lo que en verdad había sucedido, ayudó mucho el testimonio de su padres que volvieron aparecer tras la derrota de Kawaki, pero aun cuando muchas personas aceptaron la explicación y se disculparon, había otras que seguían sin estar convencidas.
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Tras la derrota de Code y Kawaki, la aldea fue levantándose poco a poco y para sorpresa de todos el séptimo y su esposa volvieron a aparecer, y con ellos estaba Boruto, todos los Shinobis de la aldea se pusieron a la defensiva, estuvieron a punto de atacar a Boruto, pero Sarada y los Uzumaki intervinieron.

Resulta que Boruto descubrió donde tenía Kawaki escondidos a sus padres y logró recuperarlos, aquí todo el mundo se enteró de lo que había estado pasando, supieron la verdad, que Kawaki había hecho que modificaran sus recuerdos para que olvidaran quien era el verdadero hijo del séptimo Hokage.

Boruto ahora paseaba libremente por la aldea sin temer al arresto o a intentos de asesinato. Podía tener una vida normal de cierta manera, si bien ya nadie lo acusaba por lo hecho por Kawaki, sí que seguía habiendo algo de desconfianza y duda, solo se esperaba que eso cambiara con el pasar del tiempo.

Sin embargo no todo era color de rosa, incluso si la mayoría aceptaba a Boruto había quienes seguían sin hacerlo.

Sus amigos estaban escépticos, en ningún momento se le acercaban, preferían permanecer alejados de él hasta nuevo aviso. Y para evitar incomodar a la gente Boruto decidió volver al trabajo de Shinobi junto a Sarada y Himawari.

Si para todos ellos era incómodo para Boruto no lo era menos.

El único lugar en donde había cierta sensación de normalidad era su casa, sus padres mantenían sus recuerdos intactos y su hermana pareció aceptar con relativa facilidad su versión de los hechos, tal parecía que ella sospechaba que algo no estaba bien desde un inicio.

Alguien más que le brindaba esa sensación de hogar era Sarada.

Ella era la única además de su familia que era capaz de estar a su lado por grandes periodos de tiempo y que se atrevía a pasear por la aldea a su lado sin importarle las miradas y murmullos de la gente.

Tal vez no todo estaba perdido para él.

Siete años después

Después de siete años buscando la estabilidad que les fue arrebatada durante el ultimado atentado de los Ōtsutsuki la aldea se volvió a alzar en su gloria anterior.

Hubo muchos cambios.

La actitud de todos hacia Boruto no cambió mucho, algunos cuantos lo habían aceptado por completo, pero algunos otros se habían negado a aceptarlo.

Sus amigos sin duda estaban en conflicto, durante el transcurso del tiempo habían intentado en diferentes ocasiones acercársele y hablarle, pero en menos de cinco minutos se excusaban y se iban.

Boruto por esto se sintió un poco mal al principio, pero intentaba ocultar su sentir frente a su familia, pero no podía hacerlo de Sarada, para ella él era un libro abierto, lo ayudaba en sus momentos de vulnerabilidad y lo alentaba a seguir adelante y no prestarle atención a lo que pensaran los demás, pero para él seguía eso siendo difícil.

Siempre pensaba en lo que pensaban los demás de él, sobre todo los que fueron sus amigos, pero intentaba escuchar a Sarada y sobrellevar la situación lo mejor que podía.