Capítulo 12 - Una y Otra Vez

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Rinx y Rubén dormían profundamente en su habitación incluso con toda la luz que se colaba por la ventana y el ruido de los murmullos que llegaban desde el pasillo.

Fue el Shinx el primero en despertar, evitando moverse mucho por el leve dolor de su costado izquierdo y la incómoda sensación de las vendas cubriendo sus heridas.

Su vista no tardó en posarse sobre su dormido compañero, quien al igual que él tenía vendas rodeando su abdomen. Estas subían y bajaban al compás de sus tranquilas respiraciones.

« Nunca creí que llegaría a verme en este estado, y mucho menos a Rubén... »pensó mientras soltaba un largo suspiro y cerraba sus ojos. Aún podía sentir cómo le pesaban los párpados y el cuerpo le pedía no hacer otra cosa más que descansar.

Con su limitada movilidad y el silencio de la habitación, su mente se dio el lujo de reproducir los recuerdos del día anterior.

La frustración que sintió al recordarlo fue suficiente razón para abrir los ojos y alejar de sus pensamientos el desastroso desenlace de la exploración anterior. En ese momento que cayó en cuenta de la cercanía de ambas camas, pues normalmente dejaban sus objetos entre ellas ocupando aquel espacio libre, pero en esta ocasión no había más que el suelo vacío.

En medio de un somnoliento movimiento, el Mudkip se reacomodó sobre su cama, llamando la atención del contrario, quien no perdió de vista la pata que tendió en su dirección, colgando ligeramente fuera de la cama.

Sin pensarlo demasiado, Rinx extendió su propia pata hacia la de Rubén, deteniéndose una vez que fue evidente que no llegaría a no ser que se acercara más hacia él.

El repentino nerviosismo que le invadió le hizo mirar en dirección a la puerta antes de esconder su rostro entre sus patas y la cama, escuchando sus propios latidos resonar entre en silencio.

« Ay, Arceus. Qué vergüenza... Cualquiera podría haber entrado para revisar nuestro estado, o incluso... ¡Él podría haberse despertado! Aunque... no sería tan extraño, ¿o sí...? Es un simple gesto cariñoso... entre dos amigos... que comparten habitación... »repasó en su mente sin dejar de ocultarse entre sus patas, sintiendo como se aceleraba su corazón con solo pensarlo.

— Rubén, yo... creo que... —susurró Rinx todavía con el rostro oculto.

— ¿Eh? —murmuró el Mudkip con la voz ronca, tallando suavemente sus ojos.

— ¿C-cuánto tiempo llevas despierto? —intentó mantener la vista al frente, pero en cuanto su mirada se encontró con la de Rubén centró su atención hacia la pared.

— Acabo de despertarme, ¿por qué? —añadió tras terminar de desperezarse. — ¿Pasó algo?

— No, no —la risa nerviosa y la tos falsa le salieron tan naturales que Rubén le dedicó una mirada cargada de preocupación. — Nada de nada...

— Todas esas vendas... ¿Todavía te duele?

— ¡No, no, no! —si bien Rubén se limitó a señalar la zona vendada, Rinx no pudo evitar rehuir de aquel acercamiento, negando con la cabeza y sus patas mientras se inclinaba en la dirección opuesta a su acompañante.

Ese pequeño movimiento bastó para que una punzada se hiciera presente en su costado, haciéndole caer de espaldas sobre su cama, mirando al techo mientras hacía una mueca de dolor.

— ¿Seguro que estás bien?

— No... —respondió casi entre susurros cuando vio que el Mudkip abandonaba su cama sin problemas, dispuesto a acercarse hasta él. — Digo, ¡sí! ¡Perfectamente! ¡No hace falta que te acerques!

Pokémon Mundo Misterioso: Fragmentos DimensionalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora