Capítulo 13 - Cambio de Perspectiva

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— ¡Vaya! ¿Están despiertos?

Chimecho se había pasado un buen rato junto a los heridos Pokémon tras haber curado sus heridas. Esperaba pacientemente alguna señal de mejora, por lo que no pudo evitar alegrarse cuando los vio desperezarse en sus camas.

— ¿Dónde...?

— ¿Estamos...?

— Están en su habitación del Pokégremio —respondió tranquilamente, sonriendo ligeramente al notar que habían complementado la pregunta entre ellos. — Acabaron muy mal. Llevan durmiendo todo este tiempo.

— No quiero saber cuánto ha pasado —agregó Rubén con cansancio, prefiriendo no pensar en la derrota que se sumaba a la lista hasta que al intentar tomar una posición más cómoda su cuerpo dejó en claro que necesitaba descansar.

— ¿Estás bien?

— No sé todos los detalles, pero la desventaja de tipos contra Grovyle debió aumentar el daño de los ataques —se apresuró a explicar Chimecho. — ¡Pero un poco de descanso y seguro mejorarás enseguida, Rubén!

— Otra vez no pudimos detenerle —un suspiro acompañó sus palabras, lo que llamó la atención de Chimecho que no estaba al tanto de todo lo ocurrido y simplemente se había limitado a curarlos.

— Recuerdo que nos debilitamos en el Lago Cristal... —empezó a relatar Rinx hasta que un recuerdo llegó rápidamente a su mente. — ¡Se me olvidaba! ¿Qué ha pasado con Azelf? ¿Y con Rioru y Rixly? ¿Están todos bien?

— No te preocupes, Rinx —intervino Chimecho al notar cómo el Shinx buscaba con insistencia a los mencionados Pokémon. — Comparado con las de ustedes, sus heridas no eran tan serias. Azelf recuperó la consciencia hace rato y ahora está en el Pokégremio. Sus compañeros salieron a tomar algo de aire, creo recordar que Rixly dijo algo sobre que se sentía encerrado luego de descansar unas horas aquí, pero no era seguro que saliera solo, así que Rioru lo acompañó.

— Suena bastante al Rixly de siempre —dijo Rubén con una sonrisa, imaginándose cómo el Riolu tendría que lidiar con el tipo Fuego.

— ¡Excelente! ¡Sin duda están llenos de energía!

— Me alegro de que estén bien —añadió de vuelta Chimecho tras el alegre comentario, notando que sus ánimos parecían recuperarse. — Voy a decirles a los demás que han despertado.

La Pokémon se permitió asomar levemente por el pasillo, haciendo sonar el característico sonido con el que cualquier aprendiz sabría al instante que la cena estaba lista.

— ¡Atención! ¡Ya se han despertado!

— ¡¿En... en serio?! ¡Genial!

— ¡Es una noticia superestupenda!

En un abrir y cerrar de ojos, todos los aprendices entraron en la habitación, rodeando a ambos ocupantes que permanecieron en silencio ante la inesperada escena.

— ¡Uf! Me alegro, menos mal —se encargó Bidoof de romper el repentino silencio de la sala. — Si les hubiera pasado algo malo... Yo... Yo... Uf...

— Tranquilo, Bidoof —intervino Rinx al instante en que pequeñas lágrimas comenzaban a formarse en los ojos del tipo Normal. — Ya estamos bien, ¿verdad?

— ¡Sí, sí! —respondió Rubén sin dudar, haciendo un leve estiramiento aún sobre su cama. — Tampoco ha sido para tanto.

El resto de los presentes soltaron un suspiro aliviados.

— ¡Ah! ¡Es verdad! Hay algo que tengo que contarles a todos.

— ¡Oye, oye!

— ¿Y de qué se trata? —la misma pregunta que le hizo Sunflora al Shinx se la cuestionaba Rubén en sus pensamientos, hasta que tras repasar rápidamente notó que había algo que Chimecho no les dijo en su resumen de antes.

Pokémon Mundo Misterioso: Fragmentos DimensionalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora