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— ¿A dónde vas? — cuestiona viendo al pelinegro arreglándose desde el marco de la puerta.

— Es viernes, es obvio a dónde voy, Tae — termina de acomodar su atuendo para mirar a su mejor amigo de brazos cruzados —, no empieces con tus cosas de qué no siga así porque sabes bien que-

— Que no escucharás — interrumpió el rubio —, lo sé y ya me cansé también de decirte cuánto daño te estás causando por algo de lo que no tuvistes culpa, ¡ni siquiera eras conciente cuando paso! — su rostro se endureció al igual que su mirada hacia su mejor amigo — me harté de ver cómo te haces daño por culpa de un hijo de puta que lo único que hizo fue lastimarte y herirte de tal manera.

Jimin solo fue capaz de mantenerse en silencio negado a aceptar que no fue su culpa, que él no fue quién causó la muerte  de su hermano.

Sabe en el fondo que Taehyung tiene razón y aún así cada viernes se desaparece para beber por varios días, porque realmente se siente un cobarde y no sabe de que otra manera podría soportar tanto dolor.

Estaría mientiendo si dijera que se encuentra bien.

Mentiría si dijera que no siente miedo.

Mentiría si dijera que ya es capaz de ver a sus padres y aceptar que estos le culpen por la muerte de su hermano.

No es suficientemente fuerte para afrontar todo eso, no cuando él debía cuidar de su hermano mientras sus padres no estaban.

Se siente una mierda por vivir de esa manera pero no puede evitarlo, o mejor dicho, no quiere evitarlo por todo lo que conlleva aceptar su realidad.

— No te pido que comprendas, porqué no lo harías. Solo te pido que no te entrometas que no es asunto tuyo ni de nadie — sus palabras eran cortantes, hirientes y fría. Ya no era ese chico dulce y de voz amigable que antes solía ser.

Ese chico ya no existía.

— Bien. No lo haré por qué me iré — anuncia, aún recostado en el marco de la puerta de brazos cruzados — eso era lo que te venía a decir.....tal vez cuando vuelvas de tu borrachera yo ya no esté aquí para seguir siendo tú mejor amigo.... creo que dejamos de serlo hace mucho — y sin esperar respuesta, por que sabía que si se quedaba allí terminarían en discusión, de nuevo, y no podría irse de aquel lugar que un día llamo hogar gracias a su mejor amigo que siempre estuvo con él. Pero, tristemente ese hogar ya no existía y era muy improbable que volviera.

Taehyung se sentía una mierda por irse y dejar a la persona que consideraba "hermano", no sabe en qué momento fue que tomo la valentía y la fuerza para tomar aquella decisión. Sin embargo, era conciente de que era lo mejor para él.

No soportaba ver cómo su mejor amigo se destruía con los días que pasaba, necesitaba poder sentir que era capaz de respirar sin su mejor amigo porque aunque no estuvieran juntos siempre estaban para el otro.

Jimin por otro lado, salió de aquel departamento dando un fuerte portazo dando a entender al otro chico de su partida. Definitivamente ya había perdido todo y no había nada que él pudiera hacer.

Se encamino hacia su auto y con furia, no contra nadie, furioso consigo mismo, culpandose una vez más de todo lo que su vida conlleva; dolor y con ello arrastrando a personas inocentes. Estaba cansado de ver cómo lastimaba a sus seres queridos, se odiaba por eso. Por eso muchas veces tuvo la iniciativa de acabar con su vida pero siempre llegaba su mejor amigo a rescatarlo.

¡¿Por qué siempre termino jodiendo todo lo bueno que tengo?!

Pensó mientras conducía con una rapidez abrumadora sin detenerse ante las luces rojas o si alguien iba pasando, casi atropella a varias personas y eso no le pudo importar en absoluto.

Ya nada le importaba.

***

— ¿Dónde estás?

— Camino al aeropuerto, amor — sonrió de lado con un poco de nostalgia al ver por última vez el departamento que compartía con su mejor amigo.

— Ven con cuidado, ¿Sí? — exclamó del otro lado de la línea telefónica — ¡Muero por verte! Hace mucho que no venías a visitarme, Tae.

Taehyung se quedó en silencio por unos segundos antes de responder, lo que su novio no sabía era que está vez su visita sería permanente y que no volvería a casa.

— Yo también te extraño mucho, gatito y está vez no me iré — su voz se rompió al decir en voz alta que definitivamente no volvería.

Su novio notando la debilidad en su voz solo pudo imaginar lo que había sucedido. Taehyung había decidido y estaba destrozado por eso, para nadie era un secreto que Tae nunca se había separado de su mejor amigo desde que se habían conocido, imaginaba lo que su novio estaba pasando, sintiendo una leve presión de tristeza en su pecho de imaginar cuántas noches estuvo llorando hasta decidir sin él poder estar a su lado consolarlo.

— Ven rápido, ¿Sí? Quiero mimarte y darte muchos besitos — su voz sonó suave, con un deje de tristeza.

— Bien. Llegaré pronto, nos vemos, amor.

Y sin más, dió media vuelta que le estaba costando dar y salió de aquel lugar con los ojos empañados mientras caminaba con su maleta hacia la salida que conocía tan bien mientras sus lágrimas ya salían de sus ojos.

Sentía un remolino de emociones, iría a vivir con el amor de su vida pero está dejando a su otra mitad. A su mejor amigo, a ese chico que no dudo en ayudarlo cuando lo encontró herido bajo la lluvia.

Recuerdos invaden su mente mientras daba un último vistazo a ese edificio para luego subir al taxi que había llamado y dirigirse a su nuevo hogar y no volver a esa oscuridad que lo estaba arrastrando.

***

Las botellas vacías en la mesa era todo lo que se veía. Mientras ese pelinegro bailaba con algún desconocido estando ya tan ebrio que no era capaz de sostenerse por sí mismo.

Desde que había llegado a ese bar lo único que había hecho era tomar sin control. No pensaba volver a casa, no lo haría no cuando ya nadie lo esperaba para hacerle reclamos por su estado moribundo.

Ya nada importaba.

Ahora solo era él y su soledad, aunque siempre había sido así según sus pensamientos.

A pasos torpes volvió a su mesa tomando el último sorbo de su bebida. Mirando un punto fijo en la mesa solo fue capaz de llorar, llorar por su nueva perdida.

La hora de cerrar el bar había llegado y él seguía estático en el mismo lugar ya con sus ojos secos e hinchados por llorar tanto. Como pudo fue capaz de caminar hacia su auto y subirse para ir a cualquier lugar. Sin imaginar que, al igual que él, otro conductor ebrio también conducía provocando un accidente contra su auto.

— Es momento de parar con esta mierda

Logro pronunciar con su último aliento antes de perder el conocimiento.











En un rato subo el siguiente ;)

𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚𝐬 ~ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora