Prólogo

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La noche del día del trabajo se encontraban cinco chicas en un granero, esperando por la llegada de una más.

Olivia estaba sentada en el piso con su espalda recargada en uno de los sillones. Las cinco estaban riendo y bebiendo hasta que luego del estridente sonido de un relámpago se apagaron las luces y la música.

—¿Qué pasó? —preguntó Emily, confundida.

—Debe ser la tormenta —contestó Spencer, despreocupada.

Olivia comenzó a tomar unas linternas para luego dárselas a las demás.

—Tomen —les dijo. Cuando se la dio a Hanna vio que se veía muy asustada, así que le dio una sonrisa y se sentó junto a ella.

—Gracias, Livvie —susurró Hanna.

Un sonido extraño surgió desde fuera del granero.

—Afuera hay algo —dijo Aria, y las chicas comenzaron a asustarse.

La puerta del granero se abrió con un chirrido, pero solo Hanna parecía percatarse de él.

—¿Chicas? —las llamó con un ligero temblor en la voz.

Las cinco se pararon al momento y se dirigieron a la puerta del granero apuntando sus linternas hacia afuera. El sonido de algo rompiéndose las sobresaltó y retrocedieron, algunas soltando un grito ahogado. Hanna tomó la mano de Livvie por impulso y se siguieron acercando a la puerta, hasta que alguien apareció.

—¡Cuidado! —las sorprendió Alison, quien acababa de saltar hacia la puerta como si las fuera a atacar y con una gran sonrisa en la cara.

Las cinco chicas se sobresaltaron y soltaron un grito, pero comenzaron a reír casi al segundo.

—Eso no fue divertido, Alison —señaló Spencer, pero las demás pensaban que sí lo había sido.

—Tal vez lo fue un poco —dijo Livvie, quien rara vez estaba de acuerdo con cualquier cosa que hacia Alison. Ella levantó las cejas con sorpresa ante su apoyo.

—Yo creo que fue hilarante, chicas —replicó con una sonrisa orgullosa.

Aun riendo las chicas se dirigieron a sus asientos.

—Ali, ¿descargaste a Beyoncé? —preguntó Hanna, sentándose y con una sonrisa.

—Oh, aún no.

—¡Deberías! —exclamó Olivia, casi ofendida.

—Me encanta su nuevo video —comentó Emily.

Cuando Olivia estaba por apoyar su idea, Alison se adelantó.

—Tal vez demasiado, Em —dijo con ese tono "divertido" que solo era de burla. Emily se removió incomoda en su asiento y bajó la mirada. Olivia sabía por qué, pero no podría defenderla tan directamente sin que las otras chicas descubrieran algo.

—Estoy muy segura de que te gustaría de la misma forma que a Em, ¿no crees? —con un doble significado que solo ellas entenderían. Ali lo notó pero decir algo significaría revelar ese secreto—. Porque el video es muy bueno.

—Como sea... —murmuró Alison, con fastidio, para después pasarle el vaso con alcohol a Aria—. Tu turno.

—De acuerdo —aceptó Aria y le dio un gran, gran sorbo.

—Cuidado Ari, si bebes demasiado nos contaras todos tus secretos —bromeó Spencer, haciendo reír a todas.

—Compartimos los secretos, eso es lo que nos mantiene unidas —les aseguró Alison, y las demás chicas sonrieron, aunque no todas creían que era verdad.

Aria le pasó el vaso con alcohol a Olivia y ella la miró con una ceja enarcada, divertida.

—¡Bebe! —incitó Alison y las demás la siguieron.

Olivia casi rueda los ojos. Ali y ella no estaban precisamente en buenos términos, pero la segunda estaba haciendo un esfuerzo por las demás chicas. Un gran esfuerzo. No le emocionaba mucho beber, pero no quería problemas y pensó que el alcohol tal vez sería una buena ayuda para convivir con Ali, así que hizo caso y bebió hasta que no quedara nada en el vaso, para después pasárselo a Hanna.

—¡No dejaste nada! —exclamó.

Las chicas continuaron riendo por un buen rato hasta que el sueño les ganó.

[...]

Olivia sintió como su sueño era interrumpido por alguien sacudiendo sus hombros. Soltó un quejido y se volteó, esperando que la persona entendiera y se detuviera. Suspiró cuando no lo hizo.

—¿Dónde están Ali y Spencer? —escuchó a Hanna preguntar cerca de ella y por fin abrió los ojos.

—¿Qué? —preguntó en un murmuro mientras se refregaba los ojos. Hanna sabia que no era el momento, pero no pudo evitar pensar en que le parecía linda esta acción.

—No sé a donde fueron —contestó Aria, preocupada. Se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta del granero, que estaba abierta.

Vieron una silueta entrar por la puerta.

—¿Ali? —preguntó Aria.

Pero no era Ali, era Spencer.

—No está —contestó, y Olivia no podía estar más confundida.

—¿Cómo que no está? —preguntó Aria, casi con desesperación.

Olivia se llevo una mano a la cabeza, podía sentir como si palpitara y la situación realmente no estaba ayudando. Hanna puso su mano en su hombro, tratando de ayudar.

—¿Estás bien? —preguntó. Olivia solo asintió para que no se preocupara, no era momento y no serviría de nada.

La voz de Spencer las devolvió a lo que estaba pasando.

—Busqué por todos lados —les aseguró—. Creo que la escuché gritar.

To be threatened by secrets and lies || Pretty Little LiarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora