To be threatened by secrets and lies || Pretty Little Liars

1-. A year later

Había pasado un año desde la desaparición de Alison. Sus padres se habían ido de la ciudad y ahora una nueva familia se mudaba a su casa.

Olivia Bryant pasaba por ahí a menudo, y aunque la desaparición de Alison era algo muy trágico y que no le deseaba a nadie, ella sentía como si un peso fuera quitado de sus hombros. Ser amiga de Ali era... raro. Un día podía estar apoyándote con cualquier cosa y al día siguiente podía usar eso en contra tuya. Se divertían, sí, pero ella ya había dejado de creer que su amistad fuera completamente real e incondicional. Al mirar hacia atrás y todas las cosas que Alison las hacía pasar, sentía que estaban mejor así, pero nunca lo diría en voz alta. Hubiera deseado que la razón por la que no seguía en su vida era que se habían alejado y no que hubiera desaparecido.

Esa tarde Olivia no podía parar de pensar en ella. Alison sabía algo de ella que nadie más, y varias veces lo usaba para que Olivia hiciera lo que quería, y ella lo odiaba. Ella sentía que lo único bueno que había dejado Alison era que había conocido a las chicas; Spencer, Emily, Aria y Hanna. Todo lo demás eran solo mentiras y secretos que ella aseguraba las mantendrían unidas.

El sonido de la puerta de su cuarto siendo abierta la sacó de sus pensamientos.

—¿Liv? —preguntó su hermano pequeño, Henry, entrando a su cuarto. Tenía diez años y se parecía mucho a ella, con los mismos ojos verdes y cabello negro ondulado, aunque sin tantas pecas como ella—. ¿Ya nos vamooos?

Lo llevaría a una tienda de videojuegos que acababa de abrir en el centro comercial de Rosewood. Llevaba los últimos días hablando de ella y cómo sabía que sus padres no lo llevarían, decidió apartar algo tanto de su trabajo dando tutorías como de su mesada, y le prometió que irían el último día de vacaciones (o sea, ese día) a comprarle uno.

—Tienes que aprender a tocar —lo reprendió y el la miro con una sonrisa inocente—. Y claro, solo tomaré... —recogió su cartera y sus llaves y le sonrió—...esto.

Le hizo señas para que fuera saliendo y ella hizo lo mismo. En el camino Henry le iba contando como había metido gol el día de ayer que había ido a jugar con sus amigos y Liv hacía caras de impresión y decía repetidos "wow".

Al llegar se dirigieron directo a la tienda de videojuegos. Henry iba casi corriendo, jalándola del brazo y con una gran sonrisa en el rostro.

Ya en la tienda, se paseó por todos los pasillos tirando datos de algunos juegos como "el día que fui a casa de Cam jugamos este" o cosas por el estilo. Liv consideraba esa salida buena para evitar hundirse en sus recuerdos de Ali en su cama.

Después de un buen rato de dar vueltas y vueltas y de que Henry dijera que quería casi que cada videojuego que le pusieran en frente, Olivia le preguntó.

—¿Y ya te decidiste por cuál quieres que te compré?

Henry tenía dos en la mano y los miraba del uno al otro sin decidirse. La miro con una sonrisa inocente.

—Hermanita... —dijo pestañeando repetidas veces. Liv rodó los ojos con diversión—. ¿No te gustaría comprarme los dos? Recuerda que yo te quiero muuucho.

—Dijimos que solo uno —le contestó fingiendo seriedad. Sabía que al final le iba a terminar comprando los dos.

—Por fa, por fa, por faaa.

Liv soltó un suspiró como quien no quiere la cosa y asintió.

—Bien, pero solo por esta vez.

Henry asintió y se fue corriendo a la caja con Liv detrás de él. Al salir el menor iba casi dando saltitos.

Por otro lado, Hanna Marin, quien acababa de robar unos lentes de sol, notó a una chica de cabello negro conocida. Sonrió con algo de emoción.

—Ahora vuelvo —le dijo a su amiga y compañera de robos, Mona, y se dirigió a paso rápido hacia la de cabello negro.