Lo que empezó siendo una pequeña caminata en medio de una aventura, terminó siendo el camino a conocer un pueblo encantado y a un chico encantador, ¿Quién diría que un fanático del pasado y un amante del presente podrían estar juntos?
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El cambiaformas y el ojiazul conversaron un poco más antes de que llegaran más personas al cuarto.
- ¡____ Vicente! Te busqué por todos lados, maldito
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Mi hermana, Eva, llegó a la habitación gritando. Tan educada como siempre.
- Ya pareces un niño chiquito.
Escuché a Camilo reír ante eso y volteé a verlo inmediatamente, con una mirada fulminante.
- ¿Te van a castigar, ____?
Sonreí y decidí no responder el comentario, seguida de mi hermana, entraron Mirabel, que está visiblemente nerviosa y una señora mayor, muy mayor, en la habilitación.
Camilo dejó todas mis cosas en la mesa y se levantó para dirigirse hacia donde están las demás personas, no sin antes tocarme el hombro, como señal de que debería hacer lo mismo. Obedecía y lo seguí.
Sentí todo el tiempo la mirada prejuiciosa de la mujer mayor en mí, algo muy incomodo. Supondré que tiene que ver con lo que dijo Camilo antes, que nunca había visto a alguien como yo. Solo que, la vieja esta, lo está haciendo notar de una forma muy turbia. Ni que fuera un bicho, señora, no me mire así.
- Pues, Señora Alma, este es mi hermano, ____, y ____, esta es la señora Alma Madrigal, es la abuela de Mirabel
Mirabel asintió ante las palabras de mi hermana y la señora me dedico la más falsa de sus sonrisas.
- ... ¿Okay?
Por pura satisfacción mía, también le sonreí falsamente. Pero, ¿Porque me está presentando? ¿No nos vamos ya?.
- Sabes que estamos buscando un lugar donde quedarnos, ¿No? Y que ya en poco tiempo planeábamos dejar de vivir en la caravana.
Eso es cierto... Espera. ¿Aquí? ¿Sin tecnología? Y el trabajo, ¿Siquiera usan dinero aquí? Creo que la duda de visible en mi rostro, porque mi hermana me dedico su mirada de "comportate, ____, te están mirando", lo cual es cierto, tanto Mirabel como su abuela me están mirando atentamente.
Aunque creo que Camilo se está enterando de esto al mismo tiempo que yo.
- Estamos evaluando la posibilidad de quedarnos acá
Bueno, adiviné.
- Mi abuela ya decidió que pueden quedarse el tiempo que quieran, tenemos un par de casas libres que están listas para usar.
Explicó Mirabel. Al parecer la única persona con nada de carisma era la señora mayor. No da para nada las vibras de abuela acogedora y cariñosa. Para nada.
- ¿Y? ¿Qué dices?
Mi hermana dijo para presionarme a hablar al respecto.
- Pues si, ¿No? Mientras que nuestros padres digan que si...
No sé si sea lo mejor, pero mejor no me hago enemigos. Decidí fingir neutralidad en vez de duda.
Ah cierto, nuestros padres.
- ¿Y sobre nuestros padres? ¿Vamos mañana a buscarlos? Conociendolos, si no aparecemos en toda la noche seguro que mañana ya estaremos reportados como desaparecido o algo.
- Sobre eso... Creo que iré hoy, la hermana mayor de Mirabel, Luisa, se ofreció a ir conmigo. Realmente no está tan lejos y podemos regresar en la caravana.
¿Ah? ¿Y yo que hago?... Maldita, me va a dejar aquí socializando hasta mañana.
- ¿Qué es una caravana?
Me preguntó Camilo.
- Es un auto muy grande equipado para vivir ahí...
Camilo asintió, asombrado, otra vez, creo que iba a decir, o preguntar, algo más antes de que la mala gracia de su abuela lo interrumpa, haciendo que ambos dirijamos nuestra mirada hacia ella.
- Es importante que sepan que en este pueblo, todos trabajamos. Ayudamos a que todo funcione, cada uno con sus tareas diarias.
Claro, no podía ser todo bueno en un mundo sin dinero ni trabajos de verdad.
- Abuela, creo que podemos explicarles eso mañana o-...
Mirabel fue interrumpida.
- No, Mirabel, es algo importante,¿Por qué no buscas en que tarea puede ser buena la señorita? Y Camilo, tú haz lo mismo con el... Muchacho.
Ah... No es tan difícil hablarle bonito a las personas... Aunque tampoco es que yo sea el mejor ejemplo de eso. De igual forma, dicen que las vibras que emiten las personas dan a conocer quienes son en verdad, así que, hasta ver lo contrario supondré que es una antipática.
- Abuela... Mejor empezamos mañana, considerando que la hermana de ____ tendrá que salir dentro de poco.
Camilo habló. Él sonrió y miro a los ojos a su abuela con una mirada retadora acompañada de una sonrisa, esta solo le sostuvo la mirada hasta que suspiró, rindiéndose.
- Bien, mañana empiezan, sin falta.
Yo sonreí, me sentí satisfecho de que alguien la haya puesto en su lugar, al menos un poco. Eso que ni siquiera la conozco lo suficiente como para decir que se lo merecía, pero me permitiré no pensar en ello por esta vez.
Por la forma en la que Mirabel está mirando a Camilo, es casi obvio que él se ganó un castigo. Yo digo que valió la pena
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La casa a la que me llevaron es sorprendentemente bonita. Es linda, con una colorimetría de colores cálidos no muy variada y armónica. Además, está bien mantenida y tiene muchas plantas.
Me acompañaron aquí Mirabel y Camilo, y conversaron conmigo durante todo el camino. Mirabel es bastante sociable, a diferencia de como creí que sería al principio, mientras que Camilo es igual de extrovertido y carismático que antes.
Admito que está familia ya no me da miedo, como al principio. Hasta creo que algunos de ellos me caen bien.
Ahora mismo estoy acostado en mi nueva cama, en el cuarto más pequeño de la casa, aunque cabe mencionar que de pequeño no tiene nada. Se siente muy reconfortante estar en un lugar así después de pasar meses viviendo en una caravana de dos camas.
Tal como dijo Mirabel, la casa está preparada para ser habitada, incluso tiene comida para un par de días, pero estoy seguro que eso lo agregaron hoy... Que rápidos.
Por otro lado, no me queda de otra que dormir con esta ropa, aunque realmente no sé mucha molestia. Mejor no me quejo, porque finalmente podré dormir en total silencio...
