Alexis se encontraba leyendo un libro, mientras escuchaba música, dos cosas que le encantaban. El volúmen estaba alto, cualquiera que pasara cerca de la habitación, lo escucharía muy bien. Ese día no tenía ganas de hacer nada, apenas y pudo arreglarse un poco y eso, solo lo hizo porque Finney vendría a comer, optó por ponerse un suéter negro, ancho y unos pantalones beige cortos, también un collar que compró una vez en la playa, tenía caracoles, conchas de mar, etcétera. Se desenredo el cabello un poco y se echó algo de gloss. Solo estaba esperando que lo llamaran a comer.
Lucas caminó lentamente por el pasillo, escuchaba la música, sabía que provenía del cuarto de Alexis. Cuando llegó a la última habitación del pasillo, el ruido se hizo más fuerte. Tocó fuerte, los primeros segundos no escucho inicios de que la música bajase, así que tocó otra vez, la música bajo y volvió a hacerlo. La música se detuvo y luego escuchó pasos. Y luego la puerta se abrió.
―Ya voy ma, ¿que hiciste de co-
―Hola―Sonríe.
―Lucas, ¿qué haces aquí?―Pregunta sorprendido.
―No hablo español―Ríe levemente.
―Ah, sí―Sonríe avergonzado―. Eh, yo.
―¿Podemos hablar?―Pregunta acercándose un poco más a él.
―¿Ahora?, si vienes a rechazarme mejor no me hables―Iba a cerrar la puerta.
―¡Espera!, no vine a eso.
―Ah, ¿entonces?
―Déjame pasar.
El de cabello negro suelta un suspiro, se aleja de la puerta y cuando el castaño entra, cierra la puerta.
―Alex, tu también me gustas―Dice directamente.
―¿Es una broma tuya?―Viro los ojos.
―Claro que no.
―Entonces, ¿porque me lo dices ahora?
―Porque no podría creer que yo te gustaba.
―Eres un estúpido, un imbécil, un hijo de puta, ojala y te mueras.
No tenías que ser un genio para saber que lo insultaba.
―Perdoname, no quise que pensaras que no sentía lo mismo y te ignoraria de por vida―Dice cabizbajo.
―Ya―Suelta un suspiro―. Estoy enojado contigo, pero no te culpo.
―Entiendo―Murmuró.
―No quiero hablar de eso ahora―Dice antes de salir de la habitación.
Lucas se quedó quieto unos pocos segundos, luego de reaccionar fue tras el chico de cabellos negros.
―Mi mamá ¿te invito a comer, cierto?―Pregunta sin mirar atrás.
―Sí―Responde.
―Bien, vamos a comer entonces―Dice tratando de reprimir una sonrisa.
El almuerzo tuvo un cómodo ambiente, aunque había un poco de tensión e incomodidad por parte de Lucas y Alexis, pero trataron de ignorarlo. La Sra. Arellano llenaba de preguntas al de cabello castaño, quería saber todo lo posible de él. Mientras que Alexis hablaba con Finney, Robin solo observaba. Intentando averiguar que decía, tenía que contarle algún chisme a Vance.
―¿Cuantos años tienes Lucas?―Pregunta curiosamente.
―Tengo 15 años, señora―Responde con una pequeña sonrisa.
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