capitulo 3

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Álvaro.

Cuando termino mi reunión con el economista, puedo ver cómo mi linda asistente,no me regresa a ver, algo que me enoja y me encanta pues me está evitando y vas a ver hasta cuando le dura su ignorancia.

Entró a mi oficina y pude ver cómo mi celular vibra en cima de mi escritorio, y era el mensaje que tanto estaba esperando a que llegue.

[Señor Zidan,la compra del edificio está hecha,puede hacer y deshacer a su gana es totalmente suyo.]

Hay veces en los que de verdad mi abogado hace maravillas y está es una de ellas y pues vamos a empezar con el juego.
Llamó al señor que arrienda los departamentos y casa en el edificio de Emilce.

/Buenas tardes,con quien tengo el gusto.— dicen al otro lado del celular.

/Buenas tardes, soy el nuevo dueño de sus departamentos y casas.— le digo con mi típica voz sería y fría.

/ Señor Zidan,estaba esperando su llamada en qué lo puedo ayudar. — me dice nervioso .

/ La verdad en mucho,quiero que le escriba a la señorita Emilce Forcén de la casa 123 y le diga que tiene que desalojar esa vivienda, porque el nuevo dueño así mando y no solo a ella , también a cinco casas más que veo que no le han pagado el alquiler.— le digo.

/ Pero, señor la señorita Forcén, es muy puntual con su pagos no la puedo hechar a la calle.— me dice.

/ No, me importa, la quiero fuera de esa casa hoy mismo o si no será usted desalojado de mis casas y departamentos.— lo amenazó.

/ Esta bien señor, yo hago lo que usted quiera.— me dice asustado desde el otro lado del celular.

/ Muy bien ya que nos entendimos, quiero estar presente cuando eso suceda, ¿entendió?.— le pregunto,para colgar de una vez .

Termino al fin la llamada y solo me toca esperar hasta la tarde y ver si me plan está tomando iniciativa.
Trato de dejar todo en orden tanto en las reuniones y en todo lo administrativo ,para ver cómo mi hermosa hija ingresa a tiempo a mi oficina.

— Hola papi.— me dice mi hija para yo recibirla en mis brazos.

— Mi linda Casidi.— le digo y ella sonríe en mi pecho para proceder a . soltarme.

— Para que me necesitas.- dice y nos sentamos en mi sofá de color negro.

— Como saber hoy vere a tu abuela, pero antes tengo que organizar algo, así que necesito que vallas y le compres el mejor regalo que puedas, como sabes mañana es su cumpleaños y quiero darle algo adelantado - le digo.

— Está bien, papá y pues de paso me compro un vestido que vi y mi regalo para ella.— me dice.— y oye papá, pensaste en lo que te dije ayer.

— claro que si mi vida, así qué,tú tranquils ya verás que tú hermano estará con nosotros mucho más tiempo.- le digo y ella me abraza fuerte.

— Esa bruja de Jessica no se saldrá con la suya, ya verás papi .— me dice.

— Lo se mi vida, ella no me va a quitar a mi hijo, eso te lo aseguro.— le digo para besar su frente .

Ya en la tarde, yo salgo primero,y veo como Emilce ya está recogiendo todas su cosas para irse, no me despido,pues en unas horas la voy a ver y hay si quiero saber qué me tiene que decir.
Llegó a mi mansión y me voy directo a mi habitación entró a mi clóset y veo la ropa que me voy a poner está noche para la cena.

Cuando ya estoy listo,veo a mi ama de llaves salir del cuarto de mi hija

— Mi niño, la niña Casandra se olvidó de estos aretes, y me dijo que se los diera y que se los lleves porfavor .— me dice.

— Gracias nana Alex, que tengas una linda noche.- le digo después de abrázala y coger mi chaqueta.

— igualmente mi niño ,me saludas a tu madre.—me dice y salgo de la casa para ir a mi coche.

Ya de cami a las casas y departamentos,veo a varias personas fuera de la puerta de ingreso, entre esas personas a mi querida asistente.

Me bajo de mi cocho con ayuda del chófer y me acerco para poder escuchar lo que dice el señor, que alquilo a todas estas personas pero que ya no van a volver a entrar a menos de que yo les diga algo.

— Lo siento mucho, el nuevo dueño me pidió que no los dejé entrar hasta que paguen.- dice el señor.

— Y yo que tengo, que ver, si yo le pago puntual siempre.- dice Emilce.

— Pues que pena ,tiene que hablar con el nuevo dueño.- dice el viejo.

— ¿Quien carajos es el nuevo dueño?.- pregunta mi linda asistente.

— Yo.— le digo y veo como, su cuerpo se tensa al oír mi nombre y de lo que es pequeña, su cuerpo parece hacerse más pequeño aún.

— Señor Zidan, que bueno que llegó estos señores no quieren desalojar el lugar.— dice el anciano.

—Mientras no me paguen lo que deben no pueden entrar a sus casas a menos de que lleguemos a un acuerdo.— le digo y veo como todos comienzan a asentir rápidamente con la cabeza.— muy bien que su voz de ayuda sea  la señorita Forcén, aquí presente, ella será la que los pueda salvar.- le digo y veo a Emilce darse la vuelta y alzar la cabeza para verme y no como quisiera que me viera.

— Yo no, voy hablar con usted, así que con permiso, voy a entrar a mi casa.- me dice la altanera.

Pero yo rápidamente le hago una seña al guardia de la puerta para que le cierre el paso a mi querida y linda futura esposa. Ella al ser detenida me regresa a ver enojada.

— Está en tus manos, o hablas conmigo o dejo a todas estas personas a fuera, y créame señorita Forcén, a mí sí que me daría pena dejarlos afuera, pero yo no vivo aquí.- le regalo una sonrisa de arrogancia y maldad.

— está bien, hablemos.- dice después de ver la cara de todas las personas, algunas que está cons sus hijos estaban a fuera y una chica con un bebé que la queda viendo y pidiendo ayuda pues está haciendo frío.

























Voten, por favor.

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