Chapter 23: Hips

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Comenzaba a anochecer cuando Minho y
Chan dejaron la playa de Incheon con Peach felizmente agotada tras algunas carreras con el nadador, el chico era realmente incansable cuando se trataba de juguetear con la perrita.

El sol naranja había vencido a las nubes oscuras que amenazaban lluvia. Este se difuminaba fundiéndose sobre el firmamento a medida que creaba un reflejo rosado en el agua que se movía sobre el horizonte, la forma redondeada se escondía para dejar paso a esa hora del día en la que uno no podría decir con claridad si era de día todavía o si por el contrario la noche ya se había adentrado. Las sombras de Chan y Minho se extendían sobre la arena húmeda por el frío que comenzaba a hacerlos sentir sus manos y caras congeladas. Algunas gaviotas alzaban su vuelo con tranquilidad y reposaban sobre las olas de la orilla rebuscando comida sin prisa.

Bang escuchó a Minho dejar escapar una pequeña carcajada y se giró hacía él en el mismo instante en el que este guardaba su teléfono en el bolsillo de su fina chaqueta de deporte, su cabello estaba completamente desordenado después de retozar por la arena con Peach en un juego infantil y adorable que había captado la atención de Chan durante horas. El chico había pasado de estar acostado a su lado a corretear feliz en la playa, llegando a mojar sus pies en las saladas olas cada vez que la pelota favorita de la perrita era llevada hasta esa zona. La tela de sus pantalones todavía estaba húmeda y podría enfermarse si se mantenían mucho más tiempo en ese lugar, por eso el entrenador había sugerido regresar a Seoul aprovechando el anochecer.

- Ten - Chan le cedió las llaves del coche antes de comenzar a limpiar las patas de Peach con un poco de agua dulce, lo justo para que su coche no fuese una montaña de arena. De todas formas tendría que levantarse pronto al día siguiente para bañarla y llevarla hasta la casa de su madre. No le gustaba la idea de dejarla en cualquier residencia de animales - Dijiste que conducirías de vuelta a Seoul.

Minho asintió sin quitar los ojos del entrenador, su mirada se quedó quieta sobre las cuidadosas manos de este.

Las manos de su entrenador eran grandes con venas marcadas debido a su cuerpo ejercitado. Él no tenía nada que envidiarle con su cuerpo igualmente marcado y formado tras todos los años de entrenamientos continuos pero de repente aparentemente, estaba volviéndose un poco fetichista en cuanto a estas. Mentiría si dijera que después de las muchas cosas que había pensado en la oscuridad de su habitación ver las manos de Bang no lo hacía perder el maldito equilibrio. Se las había imaginado en cada parte de su cuerpo tras aquel beso de la piscina, lo cual no era exactamente una ayuda para todas sus nuevas sensaciones. Había llegado al orgasmo en aquella ducha incomoda pensando exclusivamente en estas, con la mente clavada en el recuerdo del beso duro y profundo, de los labios gruesos y expertos... se había odiado por aquello los primeros días, sin embargo en ese instante su mente estaba un poco más clara y sus deseos eran ya inevitables.

- ¿Necesitas ayuda con Peach? - Minho simplemente fingió que no le ocurría nada e hizo la pregunta más normal y sencilla que se le pasó por la mente en ese instante. Por suerte el entrenador no había notado nada raro, tras abrir el coche obtuvo una toalla limpia de su mochila de deporte y se acercó - Deberíamos secarla, hace frío.

- Gracias por la ayuda niño - Bang movió su cuello dejándole saber que se sentía adolorido, quizás por el largo viaje en coche y Minho malditamente no tardó ni un segundo en masajear su piel suave como si hubiese estado esperando esa oportunidad el día entero - Deja que le limpie el hocico y secaremos primero su cara. Realmente tiene un problema con eso de hundirse por completo en la arena.

- Claro - Minho asintió mientras colocaba su mano bajo la tela del polo térmico del entrenador para asegurar bien la venda que este llevaba y dejar una última friega sobre la zona dolorida. Estaba perdido si realmente se encontraba tan desesperado por un poco de contacto cuando Bang se había dejado besuquear por él varias veces durante ese día.
O al revés, lo cierto es que si sus labios se sentían tan hinchados quizás estaba conectado al hecho de que le gustaba ser atendido con besos duros que él iniciaba pero el entrenador debía dominar.

I Hate U Mr.Handsome || ADAPTACION || MinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora