El chico de intercambio

49 5 6
                                    

En una pequeña casa de los suburbios una chica está en su móvil. Su rostro con franjas verticales verde blanca y rojo con emblema de águila se refleja en la pantalla. Ella es México, una chica de preparatoria. Se escucha un toque en la puerta del cuarto.

Azteca: Hija, necesito me vayas a traer algo a la tienda.

Mex: Si ama.

Azteca: Pero deja ese teléfono. Hasta que no te pase un accidente.

Mex: Si ama.

Azteca: ¡No se te olvide lo que te encargue!- grita en la entrada de la casa viendo la espalda de su hija.

Por el camino la chica sigue con su móvil. Va escribiendo algo para su amigo USA.

USA: ¿Si me ayudaras con los apuntes?

Mex: No puedo, me toca ayudar en la enfermería mañana. He escuchado que hubo intercambios con el instituto de Thule. Quizás lleguen nuevos míticos como tú, puppy.

USA: Mex, soy un hombre lobo, no un cachorro. Y la verdad creo que ya tenemos suficientes míticos en la escuela.

Mex: Jajaja. Siempre será mi número 1. ¿Viste el...

La frase quedo a medio terminar. Los ojos de la tricolor se fijaron en los faroles que se acercaban a gran velocidad.

Un sonido de rechinido.

México ahora contra un amplio y firme pecho. Un brazo le envuelve.

Alguien la ha salvado. Alza la vista ve entre la oscuridad de una capucha un par de ojos violeta destellantes. México es colocada en el suelo y con una leve brisa aquella sombra desaparece.

A varios kilómetros la ventana de una habitación es abierta. Una sombra entra a la habitación. La luz se prende de pronto. Un chico con capucha se sorprende. Ve una chica mirándole desde la ventana.

Chica: Alemania, hermano. ¿Saliste? El abuelo se enojara si se entera.

Ale: Solo fui a conocer los alrededores. ¿Tú estas bien, te duele algo?

Chica: Estoy bien. Solo vine a lavar mis dientes.

Ale: Ya ve a acostarte. Mañana tenemos escuela.

Chica: Que descanses hermano.

Ale: Tu igual.

Ya solo se quita sus ropas superiores y se deja caer en la cama.

Ale: (Esa chica. ¿Por qué la salve? Da igual. Nunca la volveré a ver)

La luz de aquella habitación desaparece.

Al día siguiente México platica con su amigo de franjas y estrellas.

USA: Entonces... ¿una misteriosa sombra te salvo de ser atropellada?

Mex: Si. Fue tan...mágico.

USA: Seguro era un legendario. Pero que te he dicho de andar caminando con el cel en la calle, señorita- aprieta las mejillas de la chica.

Mex: Lo siento.

El timbre suena y ambos parten a sus aulas.

Frente al pizarrón una mujer de mediana edad que funge como maestra habla.

Maestra: Como ya deben de estar enterados nuestra prestigiosa institución ha realizado un intercambio con el instituto de Thule, esto para mejorar los lazos con nuestras comunidades hermanas. Por favor saluden a su nuevo compañero: Alemania.

Un joven entra al salón. Su presencia es imponente. Pero lo que más destacan son sus ojos violeta. Los alumnos comienzan a hablar entre sí.

Maestra: ¡Silencio! Alemania, puedes presentarte.

Ale: Buenos días. Mi nombre es Alemania. Provengo de Thule y soy un vampiro. Eso es todo.

La atónita maestra ve como el chico va hacia el asiento vacío que queda a un lado de la tricolor.

Maestra: Este....como ya sabemos el ser un humano o un legendario no debe ser motivo de discriminación de ningún tipo. Así que llevémonos bien. Ahora abran sus libros en la página...

Entre clases Alemania parecía estar en el centro de un escenario y él era el único actor. Era porque el chico emanaba un aura que advertía que no quería a nadie a su alrededor. Solo en una ocasión el chico miro de reojo a México.

Mex: (No pueden ser la misma persona. Imposible)

Llega uno de los descansos y México tiene que ayudar en la enfermería. La medico salió un momento dejándola sola. Eso no es problema ya que la chica solo se encarga de archivar papeles. La puerta se abre.

Mex: Si viene a atención tendrá que esperar unos....momentos.

El recién llegado no es otro que Alemania.

Ale: Pero si eres la liebre que cruza las calles sin mirar.- se sienta en la silla frente al escritorio.

Mex: (Si es el mismo) ¿Q-que puedo hacer por ti?

Ale: Vengo por mi comida. Digamos que lo que hay en la cafetería me agrada demasiado.

Mex: Ah, no. La, la sangre. Ahora mismo te doy.

Saca de un pequeño refrigerador una bolsa con líquido rojo. Una etiqueta indica que es sangre sintética.

Mex: Aquí tienes. ¿Buen provecho? –ocurre un leve toque entre sus manos. El chico da una pequeña sonrisa.

Ale: Danke.

Mex: (¿Qué dijo?) Por favor solo tienes que rellenar este formato. Ha!- el papel ha hecho un pequeño corte en su dedo índice. El líquido carmín comienza a brotar.

Ale: Un corte, déjame ayudarte.- toma la mano y ve con detenimiento la línea roja que ahora recorre parte del dedo.

Mex: N-no es necesario. Una vendita ya. S-según los tratados interraciales no deberías lastimarme.

Ale: Te voy a curar. Si llego a lastimarte tendrás todo el derecho a denunciarme. Si me disculpas, gracias por la comida- abre su boca comenzando a limpiar con su lengua aquella línea roja.

Sus ojos se abren sorprendido. Se aleja confundido de la chica y sale corriendo de la habitación.

La doctora aparece momentos después.

Doctora: ¿paso algo?

México solo ve su dedo ya sin herida alguna.

El resto del día Alemania se ausento de las clases. En su habitación sus ojos abiertos y su mano tapando su boca indicaban su desconcierto.

Ale: (¿Qué fue eso?)

Primeras vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora