Eduarda le miro a los ojos sintiendo la tensión tetánica que crecía entre ellas, sus pezones se ponían muy duros cuando aquella chica estaba mas cerca de ella, la leche materna de ambas se acumulaban sin cesar en sus senos:
-¿Por qué no me explicas donde me he metido y me dices tu nombre?
La voluptuosa mujer de pelo oscuro dio un paso y pego sus grandes tetas contra las tetas de Eduarda y sonrió:
-Soy Ruth.......
Las tetas de esta reunió una gran energía que corrieron por sus enormes senos, hasta lazar una honda de energía, haciendo que Eduarda saliera disparada contra unas mesas, eso hizo que Melinda, Berta, Linda y Sandra corrieran a esconderse asustadas.
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Las grandes tetas de tu vida
Teen FictionEllas tienen el libro magico y tu un problema