Trazando caminos en la oscuridad

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En el umbral de un nuevo año escolar, Alone se adentra en el monótono y desolador paisaje de una institución educativa que más se asemeja a una cárcel gris y vacía. Desde su propia nomenclatura, Alone, se vislumbra su destino predestinado: la soledad. En un entorno donde se espera cultivar amistades y perseguir el ideal romántico de encontrar el amor y eventualmente formar una familia, ella se siente alienada por la perspectiva de un futuro marcado por convenciones sociales que le resultan claustrofóbicas.

Para Alone, la noción de una felicidad prescrita, encarnada en la convención del matrimonio y la maternidad, se presenta como una perspectiva aterradora y opresiva. En lugar de verlo como un camino hacia la realización personal, lo percibe como una especie de prisión medieval, donde la expectativa de llevar una vida preestablecida se convierte en una tortura lenta y dolorosa. La presión de encajar en un molde impuesto por la sociedad, particularmente en un entorno dominado por las reglas y valores católicos, solo intensifica su sensación de alienación.

Para Alone, la tradición y la norma son aspectos que solo contribuyen a resaltar la desconexión que siente con el mundo que la rodea. En lugar de encontrar consuelo en la religión o en las expectativas sociales, ella se sumerge en su propia oscuridad, encontrando fascinación y atractivo en lo macabro y lo grotesco. Para ella, la idea de belleza se encuentra en lo inusual, en lo que desafía las convenciones y se aleja de la perfección artificialmente construida por la sociedad.

Alone encuentra solaz en lo que muchos considerarían perturbador: el horror, la sangre y el gore. Sin embargo, para ella, estas representaciones de lo grotesco y lo siniestro son una fuente de fascinación y belleza retorcida. En un mundo donde la conformidad y la uniformidad son aplaudidas, aunque toda la sociedad religiosa, hablaba a imágenes de una persona muerta y a mi me dicen loca, pero como la gran mayoría cre en esa representación de un hombre muerto y un señor gordo con barba que se cree que es el padre de todos, siendo atemorizados por la idea de que toda su vida est siendo controlada y que cualquier cosa los lleva a el abismo de un infierno. Siendo todo organizado por las reglas de un libro gordo llamado Biblia, siendo como un régimen autoritario donde no tienes opinión ni autonomía haciendo de mi vida una rutina en la cual ya avía desconectado mi cerebro y lo hacía todo como un robot en modo automático, siendo todo monocromático, hasta ese día, donde la conocí a ella, desde el primer segundo cundo la vi, su mirada era diferente ala del resto, logrando despertar mi cerebro el cuál hasta entonces estaba en modo mecánico, su gesto, tan diferente, la saludé y me miró con cara amargada, nadie avía echo eso, todos mostraban una sonrisa falsa y eso me causaba una intriga incomprensible, entonces decidí...

"El Amor en Tonos Dorados: Una Historia de Amistad y Descubrimiento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora