Capitulo 3. Amistad sincera

10 3 0
                                    

Park

Estaba en el salón tejiendo mi amiga Lina estaba ahuyentando a los alumnos  que estaban observando, se acercó a mi, hablaba siempre de su novio, es un patán pero que se le va a hacer.

Sentí la presencia de William también por el olor a caramelo, no quise hablar con él por que Lina se la pasaba hablando de su novio.

— Y por que razón lo aguantas si es un tonto— dije serio.

Se puso nerviosa, lo sentí— es que lo amo, pero no se que hacer le dije que era una magnífica idea tener una cita pero me hizo un sermón.

Deje de tejer y la tome de la mano— deja de pensar en eso y disfruta si no te da la atención que mereces dejalo, no te merece eres brillante Lina— ella sonrió y cambio de tema.

— Sabes Park eres perfecto ojala que algún día encuentres a alguien que te valore por lo que eres, veo que el chico popular te quedó observando— me empujó suavemente —que tal si es tu verdadero amor.

— No además no lo conozco es muy tonto, es un conocido, nadie ocupa este corazón frío— ella me abrazo, su cabello olia a flores.

— Entonces yo te ayudaré siempre, tu corazón sera cálido ya lo verás— agarro sus cosas— Ya es tarde ya me voy, ve a comer ya que no comes bien, cuidate te llamo si cambio de planes.

Asentí, se marchó las personas piensan que alguien más los cambia, ella es una amiga muy especial que conocí gracias a que ella regó su bebida sobré mi, ella corria por los pasillos, yo estaba sentado descansando, ese accidente hizo que nuestra amistad sincera creciera.

Guarde mis cosas y sali a comprar algo en la cafetería, pedi una donas rellenas de mermelada y un jugo, me senté a comer, oí a Lina estaba de regreso— oye si que me haces caso Park— tomo aire— sabes no podre ir ya que mi novio cambio de parecer y si vamos a tener una cita.

Suspiré — esta bien pero por favor piensa en lo que dije, cuidate— ella me palmeo la espalda y se marchó.

Segui comiendo y William estaba también aqui, ese olor a caramelo lo usaba nada más él, oí los grandes mordisco que le daba a su comida—oye ese chico es nuevo es tan guapo, que uhh se acabo de comer un pedazo de papel, pobrecito— una chica lo admiraba, pero quien en su sano juicio se come el papel.

No pude evitar reir, me acerque a William — acaso eres un bebé, las chicas no paran de observarte y se asustaron por que pensaron que te ahogaste...— estaba nervioso, sabia que estaba incómodo conmigo.

— Ah lo siento...— otra vez se disculpaba este chico por que pide perdón si no hizo nada malo.

— Por que te disculpas conmigo..., pero no importa ten una dona— la tomo con su mano nervioso, que era temblorosa.

Me agradeció, le recordé su invitación y me fui, bote mi basura y camine, entre a mi clase, aburrido.

— Oye Park— musitó Niki.

— Ah que pasa— dije de mala gana.

— Quieres venir a una fiesta mi novio me invitó pero debo llevar a alguien.

— Que no gracias sabes ese estúpido de su amigo esta detras de mi, es un chico malo.

Se empezó a reír y Niki sabia que el amigo de su novio estaba enamorado de mi, muchas veces me hablo perverso, otras veces me quiso besar, o incluso se intentó pasar de listo en los baños, ese imbécil.

— Lo se pero quiero ir vamos es que Lina no puede ir libremente pero tu di que si, hare lo que tú quieras— negué rotundamente.

Intente no escuchar.

La melodía del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora