Mi Compañera, La Morena De Ojos Café

Capítulo 13

Dos semanas después
Unidad de Víctimas Especiales
Miércoles 7 de agosto
7:53 pm

-¡Listo! -dijo John - ya tengo todo listo.

-Yo también terminé - añadió Olivia.

-Bueno, a mi me hace falta una hoja - comentó Stabler.

-¿Estan diciendo que por fin después de tanto tiempo saldremos temprano? - dijo Cassidy.

-Propongo que vayamos a beber algo, Elliot podrás llegar a dónde estemos o prefieres que te esperemos - preguntó Monique.

-Hoy paso, tengo otras cosas más por hacer.

-Está bien... ¿Qué hay de ti, Olivia?

-Voto por ir con la nueva - añadió Cassidy.

-No, gracias. Iré a mi casa.

-¿Se pusieron de acuerdo acaso?

-Bueno, ella es mi compañera - comentó Elliot.

-Si tú lo dices.

John empezó a sacar a todos. Se despidieron y caminaron al ascensor.

-En serio aún no entiendo por qué el Capitán asignó a la nueva con Stabler.

-Él y Munch tienen más tiempo en la Unidad. Munch ya tiene compañero y Stabler necesitaba uno - respondió Monique.

-En realidad tengo entendido que el Capitán la envío con Elliot porque si la dejaba conmigo la chica corría un alto riesgo de enamorarse de mi.

-Quisiera tener tu autoestima, viejo - Cassidy le dió una leve palmadita.

-No es su autoestima la que habla, es su ego. Ignóralo, cree que es una quinceañera.

John simplemente arqueó las cejas y sonrió. Todos salieron debatiendo donde irían.

-¡Ay, Dios! Ya me duelen las muñecas. Iré por un café, ¿Tú quieres algo, Liv? - preguntó Elliot estirando los brazos.

-No, muchas gracias - se levantó, acomodó unos papeles, los guardó y cerró sus cajones - voy a hacer ejercicio. Iré a casa en mi auto, si terminas y no he salido, no es necesario que me esperes... ¿De acuerdo?

-Muy bien... Que te diviertas.

Le sonrió y caminó al gimnasio.
Elliot volvió a sentarse luego de servir una taza de café, volvió a tomar su bolígrafo y a escribir. Bostezaba de vez en cuando. La unidad estaba casi desierta y en silencio.

Tiempo después, cuando terminó el papeleo. El detective pensó que todo el tiempo transcurrido, mismo tiempo que su compañera seguía en el gimnasio. Fue a buscarla.
Abrió la puerta y la vió al fondo golpeando la bolsa de arena. Hacía esto desde aquella conversación con el que creía que era su padre. Vestía una licra corta, un pequeño top y zapatos deportivos. Su cabello desordenado le cubría el rostro. Su mirada se perdía, sus ojos estaban rojos y cristalizados. Pensó en lo bien que lucía.

-¿Esa es tu manera de lidiar con los problemas? - preguntó él desde el marco de la puerta.

-¿A qué te refieres? ¡Huh! - golpe - solo hago ejercicio.

-¿Hace cuánto estás haciendo esto, Olivia Benson?

-No lo sé, ¡Huh! - dos golpes más - es bueno para mis brazos, los fortalece - otro golpe.

-Te estás lastimando - caminó y se puso frente a ella.

-¡Huh! ¡Huh! - dió varios golpes.

-Liv... Ya déjalo.