— ¡Mami! ¡mami! ¡Mira! — la vocecita se extendió por toda la estancia.
— ¡Te estoy viendo, Niki, lo haces excelente! — Felix devolvió el llamado con ambos pulgares hacia arriba, aunque en realidad muy en el fondo estaba muerto de nervios.
Hyunjin le estaba enseñando a su hijo mayor a montar a caballo. Si bien Niki todavía era pequeño, era una buena edad para empezar a adquirir un poco de práctica. Además, su papá estaba justo detrás de él agarrándolo fuertemente de la cintura haciéndole saber que nunca le sucedería nada en su presencia.
— Mira, bebé, debes tomar las riendas con fuerza pero sin llegar a lastimar al caballo. No jales, solo mantenlas para sentirte seguro y hacerle saber que tienes el control — instruyó el alfa.
Niki, con toda la fuerza que sus pequeñas manitos le otorgaban, tomó ambas tiras y apretó. De igual manera, Hyunjin lo ayudó cubriendo con su propia mano. Dieron un par de vueltas a la gran estancia, acostumbrando al animal a su peso y control. Si bien las yeguas de su propiedad eran amables y tranquilas, no estaban demasiado acostumbradas a ser montadas, por lo que debían andar con un poco más de cuidado.
El niño reía cada vez que el viento alborotaba su cabello mientras Hyunjin solo pensaba en que debían cortarlo porque ya se encontraba a la altura de la espalda alta. Felix se negaría, definitivamente, aunque ambos respetarían la decisión que Niki quisiera tomar. Si lo quería largo, así sería, y sino, también estaba bien.
De vez en cuando los talones del cachorro rebotaban en la silla de montura, dado que todavía no llegaba a los estribos. Reía en alto cuando el animal relinchaba y ronroneaba poco después cuando su papá besaba sus mejillas.
Estaba disfrutando a pleno la experiencia.
Dieron un par de vueltas más cuando decidieron que ya era suficiente. Hyunjin bajó de un salto y luego estiró sus brazos para recibir allí a su bebé. Posteriormente, lo dejó en el suelo riendo apenas cuando lo vio corretear hacia su madre.
— ¿Te divertiste con papá, cachorro? — murmuró Felix una vez lo recibió entre sus brazos.
— ¡Sí! no tuve miedo, mami... papá estaba ahí.
— Me alegra escuchar eso. Sabes que con papá siempre estaremos para ti y tu hermano.
— ¿Innie? — susurró cuando no lo encontró.
— Está tomando su siesta, ¿te gustaría acompañarlo?
Niki no respondió sino que simplemente asintió con la cabeza. El viaje con su padre justo debajo del sol lo había dejado agotado. Por más que el verano se estuviera yendo para dar paso al otoño, el calor aún se sentía demasiado fuerte.
Felix se puso de pie con rapidez, su vestido ondeando por detrás y el sombrero de paja balanceándose entre sus cabellos. Afianzó a Niki a su cintura y se dio la vuelta para ingresar de nuevo a la casa.
El cachorrito menor ronroneaba entre sueños en un pequeño nido que el alfa mayor había hecho para ellos justo en una de las esquinas del salón. Niki fue depositado con delicadeza a su lado y pronto ambos se abrazaron en busca del calor contrario.
— Duerman bien, mis cachorritos... — murmuró antes de marcar con su aroma a los dos pequeños y besar sus frentes.
Sintió el aroma de su alfa incluso antes de verlo. Poco después, su cintura fue apresada por ambas manos y el calor le cubrió la espalda.
No perdió tiempo al darse vuelta y enganchar sus propios brazos detrás del cuello contrario. Tuvo que ponerse de puntillas, pero logró llegar a sus labios y besarlo.
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the family's farm | hyunlix
RomanceHyunjin y Felix se conocieron años atrás en una circunstancia demasiado diferente a la de hoy en día. Sin embargo, ahora, siendo alfa y omega, se establecieron en una bonita granja a las afueras de la ciudad mientras cuidan de sus dos cachorritos. ¿...