rutina del otro chico

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"El otro chico caminaba en la noche. Le parecía algo relajante, pacífico y además, era más fácil no llamar la atención. 

Podía absorber a tantas personas como quisiera. Llevaba ya 3 meses con sus poderes, el poder de absorber y mejorar. 

Ya había absorbido unos pocos poderes, algunos más útiles que otros. Cuando vio a un hombre entrar a un callejón, una oportunidad perfecta para absorberlo, rápidamente y sigilosamente se dirigió hacia él. 

En un movimiento rápido, tomó la mano del hombre, viendo sus recuerdos en un instante y lo que más le interesaba: el poder que le podría dar. La habilidad del hombre le resultaba muy útil: la de poder localizar a gente con poderes. 

Era una habilidad perfecta para él. Encontrar a gente con poderes era muy difícil y los pocos que pudo absorber fueron por suerte. Satisfecho por lo obtenido, regresó a casa para poder dormir."

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