El otro

un niño en una tienda de dulces

Regresando a su habitación, no pudo contenerse más y empezó a reír al darse cuenta de que ahora tenía un poder tan útil como el de Morgan. Ahora podía abrir portales en un lugar lleno de poderes. En esa misma noche, tenía planeado que apenas la gente durmiera, iba a absorber tantos como pudiera. Esperó impaciente a la noche, tratando de actuar con normalidad para que Morgan y Marcus no se dieran cuenta. Finalmente, llegó ese momento tan esperado.

Para asegurarse, primero abriría un portal pequeño para verificar que la persona estuviera dormida. Comenzó por la primera habitación. Era una mujer que ya estaba dormida, así que aprovechó el momento y tomó su mano. Pudo ver sus recuerdos y los de su otra vida. Su poder era el de hacerse intangible.

Pasó al siguiente procedimiento de la misma manera, y así sucesivamente, yendo de habitación en habitación, absorbiendo tantos poderes como fuera posible. Toda la noche la pasó así, hasta que llegó la mañana. Ya había absorbido la mitad del edificio.