𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐏𝐀𝐂𝐓 - Percy Jackson.

iii.defending de blond...again

O1.EL LADRON DEL RAYO
Capitulo tres:

❝Defendiendo al rubio...de nuevo❞

—VARIOS SEGUNDOS DESPUÉS el castaño noto que aún seguía apoyado en la puerta bajo la intensa mirada del rubio.

—Ya se que soy guapo pero deja de mirarme así ricitos.—el mayor notó como Percy desviaba la mirada rápidamente mientras se sonrojaba.

El castaño bufó una risa mientras negaba con la cabeza divertido para después darse la vuelta para irse pero el rubio lo detuvo.

—Espera...—el menor agarro el brazo del mas alto para que este no pudiera irse pero al sentir la mirada confundida del mayor lo soltó como si tocarlo lo quemara.—¿Por que me defiendes?

—No lo se, algo de ti me causa curiosidad.—Sean miro de arriba a abajo a Percy preguntándose internamente que era lo que tenia el rubio que lo hacia sentir así.—Pero recuerda niño, como tu lo dijiste, tu y yo no somos amigos.

Luego de esa pequeña pequeña conversación el mas alto se da vuelta y se va caminando hasta su cabaña, en la que se encontró que todos ya estaban durmiendo así que prefirió dejar la conversación pendiente con Clarisse para mañana, se cambio la camisa por la de pijama rapidamente y se dejo caer en la cama cansado olvidándose del por qué no quería dormir, hundiéndose nuevamente en la horrible pesadilla que lo acechaba siempre...desde los once años.

El castaño abrió los ojos nuevamente viendo como estaba en su cuerpo de once años en el medio del bosque al lado de un árbol, viendo como la pequeña rubia tarareaba la misma canción de siempre divertida arrancando un par de fresas de unos arbustos, rapidamente el castaño trato de moverse nuevamente fallando en el intento mientras ya empezaban a caer lagrimas por sus mejillas.

Pero esta vez el castaño hizo algo que nunca antes había intentado, sabia que no tenia sentido pero lo intento de todas formas, arranco una rama afilada del árbol a su lado y se la enterró en el vientre esperando que algo cambiara y por lo menos lo dejara moverse, cosa que paso luego de que se enterrara la rama en el vientre sintió un pequeño aire para luego caer al suelo jadeando del dolor y empezó a gatear hacia la rubia mientras gritaba y se quejaba.

—¡KIM!—esta vez fue la primera vez que la rubia se giraba en dirección al castaño al escuchar su grito pero no se movía del lugar, como si algo la retuviera.

Luego cuando el chico estaba apunto de llegar hacia la chica sintió como era arrastrado de los pies hacia atrás, mientras el clavaba sus dedos en la tierra tratando de parar pero sintió como la rama en su vientre se enterraba aun más profundo soltando un grito de dolor, para luego despertar agitado y completamente sudado sintiendo un dolor extraño en el estomago.

Sean subió levemente su camisa examinando su vientre, observando como este tenia varios rasguños, algunos profundos que llegaban a salir un mínimo de sangre.

¿Me rasguñe yo mismo?

Se pregunto el chico extrañado levantándose con cuidado y sin hacer ningún ruido ya que era el único despierto.

Camino hasta el pequeño baño que había en la cabaña para empezar a limpiar los rasguños pero vio que ya no quedaba el alcohol de reserva que tenían, así que se propuso ir a la enfermería.

Salió de la cabaña sin hacer el mínimo ruido para caminar hasta la enfermería sin ningún tipo de inconveniente pero al llegar se encontró a su hijo de Apolo favorito.

—¿Sean que haces aquí a estas horas?—pregunto Will mirándolo confundido y un poco adormilado ya que era de madrugada.

—Venia por alcohol.—el mayor empezó a rebuscar por los cajones buscando alcohol y algodón para limpiar la sangre.