Lincoln, un joven valiente y aventurero, se ve envuelto en una serie de eventos desencadenados por el 'Protocolo Hermanas'. Decidido a buscar un nuevo camino, decide dejar su país natal y embarcarse en un viaje de autodescubrimiento y aventuras. Tra...
"Como siempre, sin escatimar en nada", Maggie lo dijo con sarcasmo.
"Bueno, familia, bienvenidos a su nueva casa", Lincoln se dispuso a abrir la puerta de su hogar.
La casa tenía cinco habitaciones, todas ellas ya equipadas con cosas para la comodidad de la familia. Además, contaba con una cocina demasiado grande, seis baños (uno en cada habitación y uno adicional), un sótano, una sala con un sofá cama, una televisión enorme, varias consolas de videojuegos y una mesa de cristal. En el patio, había una piscina bastante grande.
"Bueno, familia, pueden ir a ver sus habitaciones", dijo Lincoln con una gran sonrisa mientras señalaba las escaleras que conducían al segundo piso. "Disfrútenlo".
"OK, papá", Maiky asintió con la cabeza mientras corría hacia su habitación. "La mía es la de la puerta rosa, ¿cierto?".
"Sí, cariño, como siempre", Maggie tenía una leve sonrisa por la actitud de su hija. "Siempre lo que tenga que ver con cosas alegres".
"Ni modo que sea de tu hermano", Lincoln empezó a reír por lo que dijo. "Aunque si te lo creo".
"JAJA", Ami se rió ante la estupidez que dijo su padre. "Sí, cierto".
"Oigan, no se burlen", Maiky se molestó por lo que dijo su padre. "Además, lo dice el señor que tiene un tatuaje que dice 'Soy tu puta'".
"Oye, yo soy muy macho", Lincoln puso una cara de indignación por lo que le acababan de decir.
"Sí, papá es muy hombre", Mío tenía la cara alzada con orgullo. "Aunque se ponga aretes como los de mamá, aunque se ponga lápiz labial de vez en cuando, se ponga algunas faldas, sea masoquista y le guste que mamá sea la dominante y..."
"Sabes, Mio, ya no me ayudes", Lincoln estaba muy sonrojado por lo que acaba de decir su hija.
Los tres continuaron discutiendo hasta que Maggie empezó a reírse, lo cual asustó a todos, ya que no era común verla reír. Cuando Maggie se dio cuenta de la reacción de su familia, se enfadó y comenzó a perseguir a sus hijos y a su marido, quienes huían para evitar que les hiciera las cosas que solía hacer. A pesar de que Lincoln era masoquista y le gustaba que su esposa lo golpeara, esta vez todos estaban tratando de escapar. La persecución duró más de dos horas y media, hasta que todos se cansaron y decidieron pedir comida a domicilio. Cuando la comida llegó, toda la familia Loud se dispuso a comer y ver películas. Después de terminar de verlas, se prepararon para dormir, pero antes, una pareja decidió hablar sobre un tema en particular.
"Maggie, ¿estás segura de que debo hacerlo?", Lincoln tenía una expresión de angustia y preocupación. "Han pasado 7 años desde que no los veo".
"Por la misma razón, sé que tuviste problemas familiares, pero debes enfrentarlos", Maggie estaba decidida en lo que decía.
"Pero, ¿es necesario?", Lincoln seguía muy preocupado. "No estoy muy seguro".
"Mira, estás casado, tienes dos hijos que son gemelos y eres el hombre más rico del mundo. No lo mires así, mejor míralo de esta manera: ellos deben saber que si pudiste ser más poderoso e importante que todos ellos juntos, también pudiste superar tus problemas", Maggie miraba alegremente a su marido. "Además, si lo haces, después de haberlo hecho, en la noche te trataré como un cajón que no cierra".
"De acuerdo, mi familia debe saber que ahora soy feliz y todo lo que he logrado", Lincoln sonreía mientras se le caía la baba al pensar en lo que su esposa le haría.
"JAJA, siempre caes con eso", Maggie tenía una leve sonrisa al ver la expresión de su marido. "Buenas noches".
"Buenas noches", Lincoln apagó todas las luces antes de acostarse, pero antes de dormir, miró al techo y dijo sus últimas palabras antes de dormir: "En serio, lo haré".
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