Los hospitales siempre han Sido fríos, estériles, siempre teniendo esa sensación de rechazo a quedarse más de lo necesario, se creería que con magia involucrada eso sería diferente, pero no es así.
El ala de hospital de la academia era igual de frío y con la misma sensación de rechazo que cualquier otro lugar de curación.
En una de las camas de la enfermería yacía el pequeño polluelo y a su alrededor orbitaban dos círculos mágicos uno de tono dorado y otro azul cielo, dichos encantamientos estaban viendo controlados por una elfa de cabello verde como las hojas y unos ojos dorados, vestía las típicas de un arzobispo algo un poco inusual para una raza que en su mayoría adora a la naturaleza, no a los dioses de la era del hombre
Está elfa no era otra que la directora del ala médica y otra de los grandes maestres del consejo de Strixhaven
-señorita Breena el pequeño tiene alma y sapiencia, así que podemos descartar que sea un experimento, sin embargó, no es un aven- fueron las palabras de la arzobispo a las otras dos "personas" en la aviación
-interesante- proclamó al terminar de analizar lo que su magia de detección le decía
-qué es lo interesante- pregunto Breena mientras observaba al polluelo tratando de picotear los círculos mágicos
-la magia, parece darle la bienvenida, como un hijo descarrilado que regresa a casa, es intrigante, es mágicamente apto para aprender los caminos de la academia, pero algo en el indica una profundidad mucho mayor de la que e visto en mucho tiempo, no es como algunos otros que e visto, es como si quisiera ayudar voluntariamente a qué se nutriera, gustosa de verlo crecer-
-entonces, será interesante por aquí- Breena exclamó con diversión en su tono, no era insólito conocer a alguien favorecido por la madre magia, muchos de los plainswalkers que venían de vez en cuando eran amados por la magia, si no nunca les darían el regalo de caminar entre planos, era divertido verlos intentar pasar "desapercibidos" cuando la propia academia podía identificarlos de inmediato, su firma mágica era única, tocada por múltiples planos era como observar un gato ocultarse entre ratones, pero esa era otra peculiaridad de arcavios, mientras quisieras aprender siempre serías bienvenido
Así pasaron los meses y el polluelo creció a un ritmo acelerado, a las pocas semanas ya rebotaba por todos lados siguiendo a Mavinda de aquí para allá
Breena observaba divertida esta ocurrencia la pobre owlet tenía que volar lejos de él para poder tener un momento de paz, eso no duró mucho ya que pronto también la perseguía en el aire cuando inesperadamente comenzó a volar al mes de eclocionar
El gran maestre tuvo que llevarse con ella al pequeño pájaro para darle paz a su alumna, al obtener algo de independencia la avecilla volada de aquí para allá, su curiosidad era notada cuando se encaramaba en las ramas de los árboles y observaba a los chamanes y druidas instruir a sus alumnos, parecía comprender instintivamente las lecciones, a veces tratando de balbucear las palabras que escuchaba
Al segundo mes no se callaba para nada, siempre haciendo la misma pregunta -por qué?- cuando se colaba a las lecciones de magia, no importando el grado o "color" que la clase de especializara parecía que solo estaba ávido de conocimiento
Un día comenzó a rondar la biblioteca acercándose a cualquier alumno o maestro que estuviera ahí preguntando lo que significaban los extraños caracteres en los libros a veces siendo instruido otras tantas solo lo auyentaban diciendo que los interrumpia o no los dejaba concentrarse volviendo a su infame pregunta -por qué?-, una Damphir se compadeció de el, también un poco desesperada de que el pequeño no se callaba y le enseño a leer de ahí en adelante se convirtió en un ávido lector y comenzó a devorar con abandono la biblioteca
Así volvió a pasar el tiempo, el pequeño amasando conocimiento de cualquier tipo, pero aún no había lanzado un solo hechizo pues siempre que pasaban a la parte práctica de las clases solo se Hiba volando a otra a seguir buscando que aprender
Una humana un día le dijo que le recordaba a una historia de su plano natal de un cuervo que a la locura a un gran mago llevo, de un bardo llamado Edgar Allan po, y así escogió su nombre
-entonces, me llamaré Allan, en honor a ese cuenta cuentos que recuerdas de tu hogar- fueron las palabras que le dijo a la bruja en entrenamiento
Otro día una taefling llamada Daenir trato de hacerlo su familiar, cosa graciosa, no funcionó, pero se hicieron amigos después de ese contratiempo, ella tiempo después le enseño su idioma en compensación
Había veces que solo se sentaba en la torre más alta de la universidad, a observar el horizonte algo dentro de el le decía que saliera a descubrir lo que había más allá del firmamento, queriendo explorar los planos, las sociedades más allá en los diferentes reinos, arcavios era su hogar pero el quería saber más las historias que sus amigos le contaban de sus mundos eran fascinante y quería descubrirlas por el mismo
Decidido voló para poder hablar con el consejo, queriendo pedirles permiso para poder ir a explorar, ellos aceptaron pero la condición era la misma que el de los demás alumnos que querían salir, -muestranos que no estarás indefenso- fueron las palabras del consejo.-completa el examen de fin de año y te dejaremos partir-
Y así lo hizo, demostrando su valía, que no sería indefenso fuera de arcavios, paso el examen y le dieron su sombrero de mago de rango 1, y su baston
El sombrero estaba encantado para mantenerlo siempre concentrado al Castear un hechizo y su baston crecería con el para adaptarse a la especialidad de magia con la que fuera afin
Preparado y con las despedidas dadas parti rumbo al portal que lo dejaría al azar en un reino cerca de un gremio de aventureros como era la costumbre de los magos exploradores al comenzar su viaje
-bueno, veamos que me depara la Madre magia- dijo mientras sostenía su baston con sus garras y volaba rumbo al gremio y sus aventuras por venir
