Capitulo 19

4 2 2
                                    

ÉL.

Volvió.

A mi.

Cuando ÉL abuso de mi, sentía que mi mundo caía al pozo más profundo del mundo.

Sentía como escondía mis sentimientos en la caja fuerte más poderosa, construí el muro más duro y resistente para que nadie pudiera derribarlo.

Guarde mi niña interior para sacar a los mounstro que habían muy al fondo de mi.

Guarde las sonrisas y saque mis caras serías.

Guarde a la Alma dulce, inocente, ingenua y amorosa, para construir poco a poco a la Alma decidida, dura, sin sentimientos, sin amor, sin sueños, sin metas, solo con sed de venganza, odio, y asesina.

Cuando cobre venganza, no tenía ni idea de cómo hacerlo, por fuera me veía decidida y fuerte, pero por dentro me estaba muriendo de miedo, lo único que sentía era ganas de vengarme, solo pensaba en como quería que sufriera, en como quería que gritara y suplicará como un día lo hice yo.

Quería devolverle el favor que me hizo.

Convertirme en un horrible mounstro.

Y ahora tenerlo frente a mi, hace que recuerde cada momento que sufrí.

Que vuelva a vivir ese horrible día en que me destrozo la vida.

¿A que volvió?

¿Va a vengarse?

¿Me va a violar?

¿Va a dañarme otra vez?

¿O viene a alimentar el mounstro que un día creo?

-¡Mi querida Alma!-

Sonríe de una manera siniestra que hace que mi piel se erize.

Aún está como antes, su piel blanca, su cabello castaño le cae en su frente con pequeños rizos desordenados, su sonrisa de malvado, sus ojos color café me observan con deseo, su cara perfectamente perfilada, sus labios color rosado y su cuerpo delgado pero formado en sus partes adecuadas.

Todo sigue igual en él.

No ha cambiado.

Todo en el me grita PELIGRO.

-¡Peter!- susurré sin poder creer aún que estaba parado frente a mi.

Vestía unos jeans, una sudadera azul oscuro, unos tenis negros y unos lentes de sol.

Si no fuera mi dueño, diría que está mucho mejor que antes.

¡CÁLLATE!

-Cuando supe que tú cuñada estaba hospitalizada, decidí venir a visitarte- sus ojos me escanean de arriba abajo -¡Estas hermosa!- su mano tocó mi mejilla y solo basta su tacto para que pudiera despertar y volver a la realidad.

Si es verdad.

Está parado frente a mi.

Obvio estúpida, no es una alucinación.

-¡¿Que haces aquí?!- me aparte alarmada.

-Aun sigues igual de brusca- empezó a rodearme como lo hace un cazador a su presa -¡Aun hueles a chocolate!- su nariz toca mi cabello y me vuelvo inmóvil.

Es como si mi sistema no reaccionara o como si me fuese abandonado.

-¡Largate!- muevo mi cabeza y lo escuché reír.

-Que amabilidad- se pará frente a mi -Yo solo quería venir a ver cómo estaba tu cuñada-

-Eso no es tu problema, es mejor que te largues-

Alma "Un Pasado Oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora