Capitulo 15

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Al llegar al instituto entré al estacionamiento y ví como todos tenían la mirada puesta en mi.

A lo lejos pude visualizar a Aaron, Tomás y Valentina, y detrás de ellos estaban Mateo y Amber, quien obviamente está colgada de su brazo.

Estacione y baje de la moto, me quite el casco y empecé a escuchar los murmullos de las personas.

Espalda recta, mentón en alto y a triunfar como una reina.

Camine hasta donde estaban los demás.

—¡Pero que entrada!— Valentina aplaude y da brinquitos como una niña chiquita.

—¡Pareces la pura ama!— se burla Aaron.

—Nada de puta, solo ama— avanzamos y ninguno deja de mirarme.

—Alguien no deja de mirarte— volteo y veo a Mateo mirándome sin descaro alguno.

Sus ojos brillan más de lo normal, llenos de deseo y lujuria, me mira de arriba abajo y humedece sus labios, le sonrió de lado.

Pero la oxigenada garrapata que lo acompaña, me mira con un odio intenso y me lanza dagas con la mirada haciéndome reír.

—Ya regreso— le informo y voy a mi casillero.

Veo como todos murmuran un sin fin de comentarios, pero no le prestó atención a ninguno.

Ahora estamos más renovadas, cuerdas de imbéciles.

—Pareces la puta ama del instituto— Luccas llega a mi lado y ruedo los ojos.

—Gracias— cierro mi casillero.

—Eres toda una cajita de sorpresa— me acorrala en el casillero —Hueles muy bien— mis sentidos se ponen alerta a ver el deseo en su ojos —La paliza de la otra vez fue algo increíble, nunca pensé que la estúpida hermana del capitán de fútbol me haría quedar en ridículo—

—Hay muchas cosas que no sabes de mi cariño, y es mejor que mantengas tus manos alejadas de mi, antes de que te las partas— se burla de mi.

—Pero que agresiva eres— levanta las manos en señal de rendición —Yo solo quería ser tu amigo, ya que veo que tu galán te a cambiado por la ardilla de Amber—

—¿Ardilla?— le pregunto al escuchar el estúpido apodo.

—Por su cerebro—

—Una ardilla tiene más cerebro que esa arpía—

—Estamos de acuerdo en eso— se separa de mi —Bueno en fin, solo quiero proponerte un trato—

—Te escucho— cruzo los brazos.

—Yo hago que vuelvas con tu amado, pero me dejas a Amber a mi—

—¿Y eso por qué?—

—Cuando estás fuera jugo conmigo y quiero desquitarme— me sonríe perverso.

Pienso en su propuesta y me animo, pero entiendo lo que significa desquitarse y por más que me caiga mal no quiero que pase por algo tan feo.

—Acepto— le extiendo mi mano —Pero con una condición— la retiro antes de que la agarre.

—Adelante—

—Nada de violación— veo como me mira incrédulo.

—¿Estás loca?, Si esa es la mejor parte del plan—

—Nada de violación dije, ¿Aceptas o no?— le extiendo mi mano.

—De acuerdo— responde a regañadientes y acepta mi mano.

—Si me entero que le has hecho algo malo, te juro que te parto todo— me acerco a él —Hasta luego Luccas— le doy una palmada en el hombro y vuelvo al pasillo donde me esperan mis amigos y mi hermano.

—¿Todo bien?— me preguntó Aaron cuando me reúno con ellos.

—Si, ¿Alguien sabía que Amber jugo con Luccas?— les preguntó.

—Algo habiamos escuchado— me dice Valentina —¿Por qué?—

—Por nada—

Empezamos a caminar juntos hasta el salón donde todos tendríamos clases.

Al entrar veo a Ambér sentada en las piernas de Mateo y mi corazón se rompe en miles de pedazos.

No pasa nada mi reina sigue caminando.

Nos sentamos todos juntos bajo la atenta mirada de todos.

—¡Aquel que tenga una pregunta puede hacerla ahora, si no que aparte los ojos de encima, antes de que le rompa la madre!— veo como todos vuelve a lo suyo.

El profesor entra al aula y todo hacen silencio.

—Señorita Alma, me alegra volver a verla— me sonríe amable —Excelente sus trabajos— me informo y sonrió satisfecha.

Empieza a dar su clase y todo transcurre tranquilo.

Después de dos horas termina la clase y somos los últimos en salir, al igual que Mateo.

Los chicos me dejan sola y volteo a ver a mi vecino, que se ve aún mejor que antes.

Su cuerpo se ve más formado y más musculoso, la camisa le queda ajustada de los brazos y me imagino como debe estar su dorso.

Se me hace agua la boca.

—Pense que no volverías por un tiempo— me habla y apartó mis lujuriosos pensamientos.

—No podía quedarme en un mundo oscuro, tenía que salir algún día, ¿Lo recuerdas?—

—Lamento todo lo que dije antes—

—No pasa nada, veo que te está iendo muy bien— me acerco a él.

—Se lo que piensas, pero no...—

—No me interesa, pero...— me siento en la mesa —.. me alegra verte feliz—

—No soy feliz— lo observo —Amber no me hace feliz, tu me haces feliz— se acerca a mi.

—Pero tu decidiste irte—

—Estaba confundido, en ese momento no sabía que pensar—

—¿Y ahora sí sabes que pensar?—

—Creo que si—

Me levanto de la mesa y tomo mi bolso.

—Te espero en mi departamento a las cinco llega el informe, lo terminaremos hoy—

Salgo del aula y me encuentro con los demás.

—Muero de hambre— les informo al ver la sorpresa en sus ojos —No paso nada, lo veré más tarde—

Caminamos juntos hasta la cafeteria.

—Parece que ese encierro te hizo muy bien— Tomás coloca su brazo alrededor de mi cuello.

—A veces los cambios son necesarios—

Alma "Un Pasado Oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora