Capitulo 10

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Cenamos mientras la sra Margot nos hablaba un poco más sobre su familia y sobre su trabajo.

Después de comer mi madre partió el pastel y fuimos todos juntos a la sala, yo me senté junto a Valentina y Tomás.

Mateo, su hermano y Mathias en otro sofa, mientras mi madre, mi nana y la sra Margot hablaban en la cocina.

El timbre suena y Mateo se levanta a abrir la puerta.

-¡Mi amor!- en ese momento el pastel empezó a caerme mal -Carlos cuñado, ¿Cómo estás?- la rubia entra mientras movía su melena -Veo que tienen invitados- me miró y veo el veneno en sus ojos.

-¿Que haces aquí?- le pregunta Mateo y se volteo a verlo.

-Visitandote mi amorcito- sus estúpidos apodos me hacían doler la cabeza.

Mateo la llevo afuera y cerró la puerta.

-Sera mejor que subamos a nuestro piso- le hablo a mis hermanos y nos levantamos.

-Lo lamento tanto Alma, pero ya tengo un plan para deshacernos de esa perra- habla Valentina.

-No sé de qué hablan pero cuenten conmigo, con tal de que esa bruja se valla de nuestras vidas- respondió Carlos y yo solo sonreí.

Fui la primera en salir y me arrepentí al ver la escena enfrente a mi.

Amber estaba besando a Mateo.

Maldita rubia oxigenada.
Maldito chico lindo.
Te lo dije.

Sentí que me hervía la sangre, pase por su lado sin mirarlos y camine hasta el ascensor.

Mateo la separó rápido y camino hasta donde estábamos.

-Alma, puedo explicarte todo- se acerca y mis hermanos lo detienen.

-No creo que este sea el momento Mateo- voltee a verlo y ví como lo loca de su ex sonríe triunfante.

-Te lo advertimos Mateo- lo enfrentó Tomás, rápidamente Valentina se mete entre los dos.

-Chicos calma, después hablaremos-

Presioné el botón del ascensor y espero a que las puertas se abran.

-Dile a tu madre que nos disculpe Valentina- entramos al ascensor y voltee a ver a Mateo, quien tenía los ojos rojos y los puños apretados.

Las puertas del ascensor se cierran y le lance un golpe a Tomás en las costillas.

-¡Auch!- se queja.

-Lo siento-

Al llevar soy la primera en salir y entro al departamento hecha una fiera.

Camino hasta a mí habitación y cerré tirando la puerta.

Tumbé todo lo que tenía en la mesa, tumbé las almohadas y quite la sábana de la cama.

¡Maldito infeliz!
Por eso no debemos abrirle las puertas de nuestro corazón a nadie.

-¡ES UN MALDITO IMBÉCIL!- grité frustrada con la vida.

Porque cuando empezaba a ser feliz me hacía está mierda.

La puerta se abra y mis hermanos entran, miran el desastre que había hecho, y corren hasta donde estaba.

-Calma pequeña- Mathias me abrazo y lo aparte de un empujó.

-Como quieres que me calmas, si se estaba besando con su ex- empecé a caminar por toda la habitación mientras sentía que mi cabeza iba a explotar.

Alma "Un Pasado Oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora