arma definitiva ( traducida )

capítulo diecisiete

Mis dedos hacen clic frenéticamente en el controlador mientras mi personaje corre y salta alrededor del jefe enemigo. El controlador es un poco incómodo en mis manos más pequeñas, pero lo hago funcionar apoyándolo en mi regazo para poder alcanzar fácilmente los botones. Saco la lengua mientras mi personaje corre hacia un lado, esquivando por poco uno de los golpes masivos del jefe, un golpe que habría reducido el HP de mi personaje a menos de la mitad.

"Vamos, vamos, vamos", murmuro, con los ojos parpadeando hacia la barra OverDrive de mi personaje mientras avanza lentamente hacia estar llena. Una sonrisa aparece en mi rostro una vez que toda la barra se vuelve azul y aprieto el botón X. "¡Come bolas de relámpagos, jefe!"

Se reproduce una escena en la que mi personaje lanza su espada hacia arriba y alrededor mientras sus amigos hacen girar sus propias armas, saltando detrás del personaje principal para apoyarlo. De repente, el cielo en la pantalla crepita, destella y bolas de relámpagos mágicos caen sobre el jefe mientras grita.

"¡Booyakasha!" Animo, lanzando mis brazos al aire mientras las palabras 'VICTORIA' aparecen en la pantalla. "¡Nadie puede vencer al Mikester! ¡Woooooo!"

"Nadie finge eso, idiota".

Saltando, me esfuerzo por mantener el control en mi regazo antes de girarme en el sofá para mirar a Raph.

"Raaaaaaph", me quejo, abrazando mi controlador. "¡No me asustes así! ¡Sabes lo nervioso que estoy! No puedo darme el lujo de romper otro control. Donnie podría robar este también. ¡No puedo darme el lujo de perder otro bebé por su genio loco!"

"No voy a quitarte otro control, Mikey", suspira Donnie mientras camina detrás de Raph, con una sonrisa aspirada en su rostro. "Prometo hacerte un nuevo controlador para reemplazar el que te quité".

Entrecierro los ojos, manteniendo mi controlador en mi abrazo protector, mirando a mi hermano mayor inmediato con cautela.

"¿Por qué no te creo?"

Donnie coloca una mano sobre su corazón, fingiendo una mirada de dolor pero la diversión brilla en sus ojos.

"¿Qué? ¡Pero pensé que era tu hermano mayor favorito!"

Levantando la nariz, huelo mientras acaricio mi controlador.

"Sí, bueno, eso fue antes de que me quitaras uno de mis bebés. Ahora Leo es mi favorito".

"¡Ey!" Donnie y Raph gritan al mismo tiempo mientras Leo se ríe con una expresión de suficiencia en su rostro. Saco la lengua y chillo cuando Raph se lanza hacia mí solo para ser detenido por Leo.

"Vamos, vamos, Raphael. Nuestro hermanito ha hablado". Leo le da unas palmaditas en el brazo a nuestro impetuoso hermano y luego se gira hacia mí. "Ahora saldremos a patrullar". Se forma un puchero en mis labios y jugueteo con los joysticks. Leo suspira. "Mikey, hablamos de esto. Incluso si estuvieras en tu tamaño completo, todavía no vendrías. Aún te estás recuperando y necesitamos tiempo para formar un plan".

Inflando mis mejillas, asiento solemnemente.

"Sí, sí, lo sé. Aunque no me hace sentir mejor que ustedes se hayan ido".

"Entonces permíteme ayudarte a tranquilizarte, hijo mío".

Saltando, observo como Sensei entra al área de televisión, con una leve sonrisa en su rostro. Hay una bolsa de mensajero colgada cerca de la cadera de Sensei. Inclinando la cabeza, las arrugas de mis ojos se entrelazan mientras estudio a mi padre.

"¿Qué pasa, Sensei? ¿Vas a algún lado?"

Mis hermanos también se vuelven hacia el Maestro Splinter cuando se acerca a mí. Apago mi consola mientras Sensei se agacha y me levanta del sofá. Me río mientras Sensei me coloca en su cadera. Sensei realmente debe extrañarnos de este tamaño. Le sonrío a mi padre mientras me aferro a su bata.