Mientras el mar abrazaba al grupo durante la transición del día a la noche, sus Auras Elementales emanaban un resplandor sobrenatural: un rayo de esperanza contra la oscuridad envolvente.
Vanta, con su cuerpo apoyado contra la barandilla del barco, reflexionó en voz alta: "¿Tenemos conocimiento sobre la naturaleza de este patógeno y su método de transmisión?"
Un epidemiólogo experimentado del equipo médico respondió: "Los detalles específicos aún son difíciles de alcanzar, pero nuestra hipótesis de trabajo sugiere que los insectos hematófagos son portadores. Debemos actuar con precaución e instituir medidas preventivas para reducir nuevas infecciones"
Venator, lidiando con el término desconocido, preguntó: "Hematófago... ¿qué significa eso?"
Vanta concuerda con Venator: "No tengo la menor idea"
El epidemiólogo aclaró: "Los insectos hematófagos son criaturas que se alimentan de sangre, como los mosquitos o las garrapatas. En este escenario, sirven como vectores del patógeno mortal. Para impedir su diseminación, debemos minimizar la exposición a estos insectos y adoptar medidas de protección para nosotros mismos. y la población de Terra."
Al observar el horizonte, Larka comentó con ironía: "Entonces, no sólo nos enfrentamos a un patógeno letal, sino que también debemos enfrentarnos a insectos que actúan como sus portadores involuntarios. Qué bien"
Una figura encapuchada intervino: "No temas, porque poseemos inmunidad al patógeno; nuestras auras elementales nos otorgan esta protección"
Vanta, reconociendo la figura encapuchada, exclamó: "¡Espera un momento! Tú eres quien nos ayudó a localizar el santuario de la sal. ¿Qué estás haciendo aquí?"
La figura, conocida como Hendra, reveló una sonrisa traviesa: "Oh, simplemente me pidieron ayuda. Vine aquí para ver qué estaba pasando. Soy Hendra"
Hendra, con aire de misterio, continuó: "El viaje que tenemos por delante encierra más que la amenaza de un siniestro patógeno. Hay fuerzas invisibles en juego, y el grito de ayuda de Terra puede ser el preludio de algo mucho más profundo"
Vanta, siempre rápido en responder con escepticismo, replicó: "¿Profundo? ¿No podemos tomar un descanso? Apenas nos hemos recuperado de las pruebas y ahora estamos en otra misión con misterios a cada paso"
Larka, con los ojos brillantes de curiosidad, intervino: "¿Pero no es eso lo que hace que nuestras aventuras sean emocionantes? Desentrañar misterios, enfrentar lo desconocido. ¡Es como ser parte de una historia épica!"
Venator, siempre la voz de la razón, intervino: "Independientemente de lo que nos espera, nuestro deber es claro. Debemos ayudar a Terra y mitigar el sufrimiento causado por esta misteriosa enfermedad"
Mientras el barco navegaba a través del vasto océano, la distante silueta de Terra emergió gradualmente en el horizonte. El viaje estuvo acompañado por el rítmico crujido del barco, haciendo eco de la anticipación que llenaba el aire.
Hendra, envuelta en un aura misteriosa, compartió fragmentos de cuentos antiguos con el grupo. "Terra es un reino envuelto en enigmas, un lugar donde resuenan los ecos de historias olvidadas. El patógeno no es más que un síntoma, un hilo tejido en el tapiz de lo desconocido"
Vanta, apoyado en la barandilla del barco, refunfuñó: "¿Por qué todo tiene que estar envuelto en misterio? ¿No podemos simplemente tener una búsqueda sencilla por una vez?"
Hendra, con los ojos brillando con una intensidad peculiar, respondió: "El tapiz del destino se despliega en patrones intrincados. A veces, el atractivo reside en desentrañar los misterios"
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Crónicas Elementales: Terra
AbenteuerCuando una llamada desesperada llega desde la lejana Terra, el grupo de aventureros se encuentra enfrentando una nueva y terrible amenaza: un patógeno mortal que azota a la población indefensa. Con la urgencia de la súplica resonando en sus corazone...