Terra es un lugar de impresionante belleza, con sus playas de arena negra y una suave brisa que lleva el agradable aroma del mar.
Sin embargo, hay una sensación de inquietud que flota en el aire, como si algo no estuviera del todo bien.
A medida que el equipo médico del barco, el equipo epidemiológico y otro personal se apresuran a llegar al lugar, pueden sentir que la tensión aumenta con cada momento que pasa.
Cuando llegan a las costas de Terra, son recibidos por un silencio inquietante que sólo aumenta la sensación de inquietud.
Las calles y mercados que alguna vez fueron bulliciosos ahora están desiertos, sin señales de vida. El único sonido es el de las olas rompiendo contra la orilla y el ocasional susurro del viento.
Los aventureros desembarcan en las costas de Terra, sus pasos resuenan en el vacío que envuelve la alguna vez vibrante ciudad. Las playas de arena negra, en marcado contraste con el silencio, absorben el peso de su presencia.
Vanta, siempre nervioso, examina los alrededores con el ceño fruncido. "Este silencio es ensordecedor. Algo no está bien"
Larka, con los ojos muy abiertos por la curiosidad, se acerca a un mercado desierto. "¿Dónde están todos? ¿Evacuaron?"
Venator, siempre cauteloso, examina los alrededores. "No hay señales de pánico o caos. Es como si todos desaparecieran"
Kren, su asombro infantil ahora reemplazado por preocupación, dice: "Esto no es normal. Incluso los animales han desaparecido"
Hendra, envuelta en un aire de misterio, murmura: "El tapiz del destino ha tejido aquí un patrón complejo. Debemos andar con cuidado"
El equipo médico, encabezado por el epidemiólogo, comienza a analizar el entorno. La ausencia de vida es inquietante y la tensión entre el grupo se intensifica.
El epidemiólogo, examinando el inquietante silencio, comenta: "Es como si la esencia misma de la vida hubiera sido suspendida. Necesitamos encontrar rápidamente la fuente de este patógeno"
Mientras navegan por las calles desoladas, el aura elemental de Vanta parpadea con una resonancia inusual. Siente una energía subyacente, algo oscurecido de la percepción inmediata.
Vanta, con la expresión endurecida, murmura: "Siento una presencia. Es débil, pero está ahí. No estamos solos"
El grupo avanza con cautela, guiado por la elevada sensibilidad de Vanta. La arquitectura de la ciudad, aunque hermosa, ahora tiene un aire siniestro.
Las preguntas sin respuesta permanecen en el aire como una densa niebla. La visión de un cuerpo desfigurado en las calles desiertas fue un espantoso recordatorio de la implacable enfermedad que se había extendido por la ciudad.
La piel del hombre estaba plagada de úlceras, sus dedos reducidos a un desastre destrozado y su boca manchada de rojo con sangre. La horrible apariencia sugería que había sucumbido a la enfermedad, dejando tras de sí un espantoso testimonio de su poder destructivo.
El cuerpo yacía inmóvil, en marcado contraste con la vibrante vida que alguna vez floreció en esta bulliciosa metrópolis.
Cuando el equipo médico, acompañado por su equipo de protección, llega para encargarse de la trágica escena, Vanta aprieta los puños con frustración. La siniestra realidad de la difícil situación de Terra pesa mucho sobre los aventureros.
El epidemiólogo, decidido a desentrañar el misterio, ordena al equipo que retiren con cuidado el cuerpo infectado. Llevan a cabo la solemne tarea con practicada eficiencia, protegiéndose de una posible contaminación.
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Crónicas Elementales: Terra
AventuraCuando una llamada desesperada llega desde la lejana Terra, el grupo de aventureros se encuentra enfrentando una nueva y terrible amenaza: un patógeno mortal que azota a la población indefensa. Con la urgencia de la súplica resonando en sus corazone...