Loid, un joven y prometedor agente, es enviado al colegio para investigar una serie de misteriosas muertes de estudiantes, se disfraza como un estudiante para infiltrarse en el colegio. A medida que Loid se adentra en el mundo de "EDÉN", se encuentr...
Llegó el primer día de clases, los profesores llaman a los estudiantes uno por uno a sus respectivos grupos De clase, mientras todos los estudiantes pasan, Loid busca entre la multitud a algún sospechoso de las muertes, fallando en el intento de búsqueda.
Habían estado explorando el colegio y ya tenían que volver a las clases para presentarse.
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La lluvia golpeaba con fuerza contra las ventanas del colegio "EDÉN", creando un ritmo monótono que se mezclaba con el murmullo de los estudiantes en el aula. Yor, una joven tímida y amable, se sentaba en la última fila, perdida en sus pensamientos mientras observaba la pizarra con atención. Sus ojos, cálidos y compasivos, recorrían la habitación, pero su mente estaba en otro lugar.
En ese momento, la puerta se abrió y un joven alto y apuesto entró en el aula. Loid, con su cabello rubio y ojos azules penetrantes, llamó la atención de todos los presentes. Yor, sorprendida por su presencia, lo observó con curiosidad. Había algo en él que la intrigaba, algo que no podía identificar.
Después de la clase, Yor se encontró con Loid en el pasillo. Él se acercó con una sonrisa amable. ―Hola, soy Loid, ―dijo con confianza.
―Soy nuevo aquí. ¿Podrías mostrarme dónde está la oficina del director?
Yor, sorprendida por la amabilidad de Loid, asintió tímidamente y lo llevó a la oficina.
Mientras caminaban por los pasillos, un silencio incómodo se había instalado entre Yor y Loid. Ambos parecían querer romper el hielo, pero no sabían cómo hacerlo. De repente, justo cuando Yor abrió la boca para decir algo, Loid también habló al mismo tiempo. El resultado fue un momento cómico en el que sus palabras se entrelazaron en un enredo verbal.
Yor se sonrojó intensamente, sintiéndose torpe por la situación. Sin embargo, en lugar de sentirse incómodo, Loid rió suavemente, rompiendo la tensión. Su risa era cálida y amistosa, y Yor no pudo evitar sonreír tímidamente.
―Lo siento, no quería interrumpirte, ―dijo Loid con una sonrisa. ―Parece que estábamos pensando lo mismo.
Yor asintió, agradecida por la forma en que Loid había aligerado el ambiente.
A pesar de que Yor aún no conocía del todo a Loid, disfrutaba de su presencia. Había algo reconfortante en la forma en que Loid la trataba con amabilidad y paciencia, lo que la hacía sentirse segura a su alrededor. Aunque Yor seguía siendo reservada, encontraba consuelo en la compañía de Loid.
Las estudiantes de Edén se sentían atraídas por la enigmática belleza de Loid Forger, lo que generaba un ambiente de admiración y curiosidad en el campus. Sin embargo, la presencia de Yor Briar también despertaba cierta envidia entre las chicas, ya que la vieron con Loid por el pasillo eso hizo que generaran rumores y chismes entre las estudiantes.
Mientras se dirigían a la dirección, un grupo de chicas comenzó a murmurar en voz baja, hablando mal de Yor y cuestionando su relación con Loid.
A medida que Yor comenzaba a sentirse nerviosa empezando a sudar, Loid notó su incomodidad y decidió ofrecerle su pañuelo.
Después de que Yor agradece a Loid por su gesto amable, ambos continúan su camino hacia la dirección
