Zhamira O'valle.
Me duele demasiado la garganta, es un dolor insoportable, aquella anciana que había entrado a la habitación, se hacía llamar recovery, y por lo que Katsuki me dijo ella me ayudaría con mi rehabilitación de voz e cuerpo, ya que tenía una costilla fracturada e un brazo, lo más que me dolía era mi maldita garganta, no podía pronunciar ni una sola palabra por que si no esta empezaba a sangrar.
Katsuki entro a la habitación con una cinta e se sentó al frente mío y corto un pedazo de esta y me la pego en la boca, le mire extrañada.
—Para ver si paras de intentar hablar y puedes dejar que tu garganta se cure. —reí para luego recordar las veces que intenté hablar y salieron mal.— no estoy bromeando Zaraí, debes dejar de lastimarte.
Me lastima mas el echo de que te podrían lastimar a ti.
—Por favor, deja ya de intentar hablar. —dijo pegándome otro pedazo de cinta encima del que ya tenía.—
¡Katsuki! ¡Esta cinta duele!
Le mire molesta.
—¿Que? Te la quitaré pero solo si prometes no intentar hablar. —Rodé los ojos para luego asentir, este empezó a quitarme la cinta para que luego la última la quitara bruscamente, le mire molesta, para que este soltara una risa.—
Eres muy brusco Katsuki.
—Ven párate debes mantener esas piernas en movimiento.
Otra vez vamos con la tortura.
Me acosté empezando a hacer drama ya que levantarme significaba tortura.
—Vamos deja de hacer drama, sabes que debes estar en movimiento, para poder mejorar. —dijo para agarrarme y ponerme en el suelo, fruncí el ceño al sentir el piso ese dolor era algo insoportable.— ¿estas bien? —Asentí para luego sonreírle.–
Claro que no lo estoy, solo quiero que me deje descansar.
—Vamos.
Katsuki carajo, necesito ¿ayuda sabes?
Agarre un papel que había en una mesita e se lo lance dándole en la cabeza.
—¿Eh? ¿¡Por que me lanzas una bola de papel!? —Este se volteó para verme enojada sin poder dar un paso.—
¿Se te olvida que no puedo moverme por si sola?
—Lo siento se me olvidó. —dijo acercándose a mi e ayudándome a caminar, mis muecas de dolor tenía que tragármelas ya que si bakugou veía que tenía dolor mañana no me dejaría descansar, bajamos las escaleras a la sala principal, encontrándonos con Zahrya quien estaba con los niños.—
—Zhamira, al fin te veo de pie. —ni siquiera la mire, zahrya y yo no nos llevamos bien y ella lo sabe, no se por que sigue con aquellas hipocresías, tal vez por que Katsuki o los niños están, kirishima entro a la habitación así que lo llame moviendo mis manos para que me ayudara y sacara de allí.—
—Hey Zhamira. —Me agarre de este e le hice de que la ayudara, este rápidamente me ayudo y me llevo a la habitación, le agradecí con un asentimiento y luego este se fue, me recosté en la cama pensando, en algunas cosas que habían pasado, Zahrya y Katsuki tenían algo, e los niños ya la querían.—
Bakugou es un hombre con mucho carácter al igual que Zahrya, no se dejan de ninguno tal vez por que eso es que cada vez que se reencuentran vuelven a tener algo, o eso fue lo que me dijo Mitsuki, la madre de Bakugou una mujer que por más que quiera a su hijo no soporta a Zahrya y nadie me lo dijo, yo misma lo noté, por la forma en que la trata e la muecas que hace cuando esta quiere mandar, esas muecas me dan mucha risa, y hablando de la reina de roma.
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Tu voz es la melodía de mi camino ᥫ᭡ ;katsuki Bakugou
Ficción GeneralEl camino no es la melodía de ella, no, tu voz es la melodía de mi camino Zhamira Ovalle, una adulta de 22 años, que vive en Alemania, toda su vida había sido agredida y golpeada por parte de su padre ya que su progenitora había muerto en un incend...