La madrugada era acogedora, Katsuki y todos los demás estaban afuera en el negocio de Katsuki celebrando algunas cosas, no quise ir ya que alguien debía quedarse con los niños, no podía dormir el sueño no me entraba, estaba sentada en la mesa de la cocina mientras me bebía un chocolate caliente y leía un libro.
Al terminarme el chocolate subí a la habitación e encendí la lámpara y me acosté en la cama, la lluvia golpeaba la ventana dando un ambiente fresco.
Cerré el libro para luego apagar la lámpara e intentar dormir.
Hasta que sentí como me tocaban el pie, rápidamente me levanté y encendí la luz, pude ver a Katsuki riendo.
—Pensé que estabas dormida.
—Carajo, me asustaste. —dijo dando un poco de esfuerzo en la voz.—
—Tranquila aquí nadie podrá entrar. —dijo mientras se quitaba la camisa.— Carajo estoy cansado. —dijo acostándose en la cama, me acerqué para empezar a masajear sus músculos.—
—Estas demasiado tenso, relájate.
—Necesito un buen baño caliente. —dijo mientras acariciaba mis manos.—
—¿Quieres que te prepare uno?
—Sería lo mejor. —Me levanté de la cama para dejar a este recostado e ir al baño, encendí la ducha poniéndola caSalí del baño para volver a recostarme.—Ya puse la puedes irte a bañar.
—Zarai, ¿te ducharías conmigo? —le mire mientras dejaba el libro a un lado.—
—¿Ducharme contigo? —por la forma en la cual lo dije pudo darse cuenta que me incomode.—
—No es obligatorio.
—Solo.... Por favor no hagas algo a contra mi fuerza. —dije mientras me abrazaba mis piernas este se me acercó agarrando mi cara entre sus manos.—
—Nunca voy hacerte algo contra tu fuerza, lo haremos cuando estés lista, no pienso forjarte a nada. —Le sonreí mientras dejaba que me acariciara, me levanté para ir a buscar mi ropa e dejarla encima de la cama, me senté en la cama pensando que lo que estaba apunto de hacer.—
Entre al baño, las puertas de la ducha de cristal me dieron la bienvenida al igual que la espalda desnuda de Katsuki, respire hondo.
Mi ropa tocó el suelo, no tenía el sostén solo mis bragas, sentí una gota de agua en mi espalda, la respiración en mi cuello me erizo la piel.
—Calma, no pasará nada. —Sentí las manos de Katsuki sobre mi cadera, sentí como dejaba caer mis bragas, al suelo.— No pienso ponerte una mano encima hasta que me des tu permiso.
Solté un respiro acogedor, Katsuki está tocando un punto de mi el cual nadie había tocado.
Entre a la ducha dejando que el agua cayera por todo mi cuerpo.
Las manos de Katsuki se posaron en mi cintura, aquel toque era acogedor, me volteé quedando cara a cara con este.
Me acerqué a sus labios dando un beso cálido y sincero, para después empezar a tornarse intenso y fuerte, sus manos apretaron mi cintura un jadeo salió de mis labios, sus manos bajaron a mi trasero apretándolo a su antojo ya que no tenían nada que lo cubriera.
Bajo a mi cuello dando besos y mordiéndome a su antojo, para después llegar a mis senos, se alejó para poder verlos bien.
—Mi perdición. —dijo para luego agarrar uno y meterlo a su boca y a lamerlo y chuparlo a su antojo, mis jadeos empezaron a ser mas frecuentes y fuertes.—
ESTÁS LEYENDO
Tu voz es la melodía de mi camino ᥫ᭡ ;katsuki Bakugou
Fiction généraleEl camino no es la melodía de ella, no, tu voz es la melodía de mi camino Zhamira Ovalle, una adulta de 22 años, que vive en Alemania, toda su vida había sido agredida y golpeada por parte de su padre ya que su progenitora había muerto en un incend...