Lee Yuna, una chica muy linda e inteligente. Tiene a varios chicos detrás de ella, pero su corazón le pertenecía a alguien desde hace un par de años, le pertenecía a Go Eunhyeok.
Baek Dohwa, un chico muy popular. Para la mayoría su belleza es tan i...
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— ¡¿Qué hacemos?!
— Tranquilizate. —dijo Eunhyeok.—
— No quiero dar más de 10 vueltas a la cancha. Les recuerdo que llegamos tarde por la culpa de los dos. ¿Por qué tendría que dar más de 10 vueltas a la cancha por la culpa de ustedes? No. Busquen una manera de poder entrar.
Yuna soltó un gran suspiró para luego tomar asiento en el suelo. Se encontraba muy cansada, corrieron lo más rápido posible para poder llegar a tiempo pero no lo logaron.
— No te comportes como una niña.
— No, Yuna tiene razón. —dijo Soo-ae.— A ver... ¿Cómo podemos entrar sin que se den cuenta? ¿Y sí entramos de la misma manera como ya lo hemos hecho anteriormente?
— ¿Cómo lo haces sin Baek Dohwa? —preguntó Eunhyeok.— Sólo las dos podrán subir.
— ¿Se te olvida quién ayudo a subir a Dohwa? Tú nos ayudas a subir y yo te ayudo a ti. Aunque... Igual, si no lograríamos subir te tendrás que sacrificar por nosotras, ¿por qué te molestas de que sólo podamos subir nosotras?
— Eso sería injusto.
— Claro, lo que digas. Bueno, rápido, antes que nos vean y se arruinen nuestros planes.
Eunhyeok ayudó a subir a Soo-ae para luego ayudar a Yuna, y por último Yuna ayudar al chico. Una vez que los tres ya lograron entrar empezaron a correr, llegando al pasillo. Mala suerte de los tres adolescentes, ahí estaba el profesor de Educación Física, al parecer estaba viendo que nadie se haya colado, estaba en toda la puerta de su salón de clases.
— ¿Esto es en serio? —dijo Soo-ae, en un susurró ya algo frustada.—
— Esperemos, no se va a quedar ahí para siempre. —ánimo Eunhyeok.—
Y tal como dijo Eunhyeok, después de un largo rato el profesor se fue a supervisar a los alumnos que se encontraban dando las vueltas a la cancha como castigo, ya sea porque llegaron tarde o estar mal uniformados. En el rostro de los tres chicos se formó una sonrisa al ver que el profesor se había ido, salieron de su "escondite", dirigiendose hacia el salón. Se encontraban a nada de llegar al salón de clases, cuando escuchando pasos y la voz de su profesor.
— Corran. —dijo Eunhyeok.—
Eunhyeok agarró la mano de Soo-ae empezando a correr, Yuna se encontraba más atrás de la pareja, por lo tanto más alejada de su salón de clases. El único lugar al que podía ir para esconderse era una tipo bodega. Yuna iba a empezar a correr detrás de la pareja, pero al ver a su profesor no podía ir, su única solución para no ser vista era aquella bodega, era entrar ahí o ir detrás de la pareja con el peligro de ser vista por su profesor y tener que dar más de unas 15 vueltas a la cancha.
