One Minute to Midnight

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Dos largos meses habían pasado desde que todos los alumnos tuvieron que volver a la monótona y aburrida rutina de clases normales, las vacaciones habían pasado volando, y ningún pokémon se dio cuenta lo rapido que se habían ido los días, aun asi, los más positivos de ellos se tranquilizaban pensando que ahora solo les faltaba cuatro meses antes de las vacaciones de veranos, cuatro meses que rápidamente se convirtieron en dos, todos los alumnos esperando que les llegara una carta en la que avisaran cuales eran los planes de la escuela para celebrar Halloween

Luego de las vacaciones, los seis pokémons volvieron a la escuela un poco emocionados, recordaban lo que les habia dicho el Dusknoir, aunque habia sido precedido por un momento traumático, ¡tendrían una habitación más grande!, ¡al fin podrían tener un sofá donde se podrían sentar los seis sin estar apretados!

La emoción fue sucedida por decepción cuando abrieron la puerta de la habitación que ahora estaba en el segundo piso del edificio, la habitación era levemente más grande, y con levemente, de verdad, muy levemente, las camas seguían siendo del mismo tamaño y el sofá seguía siendo del mismo tamaño, al menos los funcionarios habían hecho el favor de pasar la televisión y el reproductor de DVDs de la habitación anterior

Todo un desastre, según las palabras de Serv esto era "La peor estafa del mundo, y pensar que tuvimos que ver a dos pokémons morir para esto", aun asi, la decepción paso rápidamente, y en estos dos meses se acostumbraron a su "nueva" habitación, aunque cada cierto tiempo se confundían y por error intentaban entrar a su habitación anterior, la cual ahora estaba siendo ocupada por alumnos nuevos, los cuales estaban acostumbrados a ver al grupo de seis entrar a la habitación y luego salir inmediatamente al ver que se habían equivocado

Lo único bueno de esta habitación era que ahora eran vecinos con Eric y Tilan, lo cual hacia las ocasionales visitas mucho más rápidas, aunque ser vecinos era arruinado por solo una cosa...

Como todo principio de semestre muchos alumnos nuevos se unieron al sistema escolar, según el Dusknoir mientras más pokémons hubiera el experimento, mejor. Entre todos los pokémons que llegaron a la escuela, a una pareja le toco la habitación de Eric y Tilan, ocupando el espacio vacío que

habia dejado la muerte de Blacky y el encarcelamiento de Jake, la pareja estaba conformada por un Espeon y un Leafeon, aunque el Espeon era un buen chico, el Leafeon era un hijo de puta desagradable con complejo de superioridad, y constantemente se metía en argumentos con los demás pokémons de la habitación, especialmente con Eric, dado que us personalidades solían chocar demasiado, argumentos que los seis podían escuchar desde su habitación, pero eso no era lo único que podían escuchar...

"Bien... bien... ¡BIEN!, ¿¡CUANDO SE VAN A CALLAR?!" dijo Serv desesperado, con un leve color rojo asomándose en sus mejillas "¡No los aguanto!, ¡No he podido dormir bien desde que llegaron!, ¿Acaso son Bunnelbys?" Serv tenía toda la razón, los gemidos y jadeos femeninos del Espeon resonaban por todo el edificio de las habitaciones, pero ningún pokémon tenía el valor para hacerlos callar

Asi era todos los días que el Espeon y el Leafeon decidían hacer el amor, no sabían si el Leafeon era un experto o el Espeon era demasiado expresivo, pero sus gemidos de locura y placer y los gruñidos masculinos del Leafeon eran escuchados por probablemente todo el piso, si no todo el edificio, dejando sin dormir a muchos

"Gracias a Arceus mañana no hay clases... son las once cincuenta y tres de la noche..." dijo Leon mientras miraba a Braix a los ojos, a él no le molestaban tanto los gemidos de la otra habitación, le permitían pasar más tiempo despierto

junto a Braix y también le daba otras ideas que no podía llevar a cabo dado que no quería incomodar a los demás pokémons de la habitación

"Si, ¡Mañana es Halloween!, ¡No puedo esperar!, ¿Crees que nos dejen comprar disfraces?" dijo Braix mientras le sonreía al Lucario "Además, sé que no tiene nada que ver con la pregunta que acabo de hacer, ¿Pero me puedes dar un beso?, no lo haces hace cinco minutos..." Leon rio levemente, antes de conectar sus labios con los del Braixen, sintiéndose igual de especial como la primera vez, las mariposas en sus estómagos volando libremente

Experimento EscolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora