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—Lamentablemente mis dos hijos mayores no pudieron venir. Sólo el menor vino con nosotros. — contaba el padre de Ho Seok a sus colegas magnates— Como saben, mi hijo mayor fue nombrado cirujano en jefe en un hospital exclusivo de Miami y mi segundo hijo es el ceo de una empresa de construcciones de exclusivas torres e islas artificiales en Dubai y muy amigo de la Corona si me permiten la confidencia...

Todos levantaron sus copas en respuesta a estas últimas palabras.

—¿Y tú, a qué te dedicas?—preguntó uno de los magnates al joven.

Ho Seok se atragantó con su propia saliva al ver la mirada iracunda de su padre. Mirada que sabía que era una seña sutil para que inventara una excusa y se encerrara en su habitación y así no tener que compartir el desayuno con aquella casta de empresarios internacionales todos socios multimillonarios o próximos socios multimillonarios de la corporación de su familia.

Ho Seok no perdió tiempo en pensar una excusa. Ya la tenía preparada. Estaba acostumbrado a tener que dar excusas en casi todos los eventos en los que le tocaba compartir la mesa con su padre.

"Eventos escasos", pensó Ho Seok.

Pues aún cuando ya había terminado el último año en el exclusivo colegio de pupilos y vivía ahora temporalmente en la mansión de Seúl, hasta que comenzara sus estudios superiores, Ho Seok rara vez veía a su padre que viajaba con frecuencia y rara vez compartía una comida o un desayuno con su madre que prefería ir de tienda en tienda o de licorería en licorería, antes que estar con su hijo menor.

Ho Seok se alejó lo más rápido que pudo de aquel salón comedor pero en vez de enfilar hacia su habitación en el Penthouse y perderse el día entero en la lectura de un libro, enfiló hacia la salida del prestigioso hotel. Ho Seok lo había decidido desde que hubo despertado. Siempre había oído sobre las leyendas de la isla Jeju y siempre se había intrigado por todas ellas especialmente por la de los Bultaoreune. No sabía explicarlo pero le provocaba una sensación en el pecho, un ardor, un frenesí. Oír sobre los Bultaoreune era como oír una historia que contaba su propia vida, como si estuviera todo relacionado con él.

"Nada más lejos de la verdad", pensaba Ho seok mientras tomaba un camino al azar hacia un bosque de coníferas altas. "No tengo nada que ver con los Bultaoreune. No tengo ningún poder. Soy insignificante. Soy débil. Soy feo. No pertenezco a este mundo".

Ho Seok suspiró con dolor al oír sus propios pensamientos. Miró al cielo que se abría sobre el extenso mar y que llegaba justo a donde llegaba la vista.

"Quizá por eso siento tanta curiosidad, pensó, ellos, los Bultaoreune tampoco pertenecen a este mundo. Si alguna vez llegara a encontrarme con uno de ellos, estoy seguro que vería mi reflejo. Que sea hoy, que sea hoy", pensó el joven adentrándose sin darse cuenta en un camino de ripio que se alejaba cada vez más del lujoso hotel y se envolvía con rapidez en una densa niebla blanca...

BULTAOREUNE #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora