PRÓLOGO

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LUNA LLENA
BRISA FRÍA
CARA DE TERROR
...

L. M.
LADRÓN DE LA MUERTE


La intensidad de la luz de la luna llena, que acompaña a las pocas lamparas a iluminar las calles desiertas de Sonley e intentar desaparecer la oscuridad de la noche de estás. Lo cual hace aparecer sombras extrañas que asustarían y aterrarian a cualquiera. Cosa que amo tanto, ver el miedo en sus almas

Conozco todo de este lugar, cada esquina, casa, negocio, calle, callejón... exactamente todo, hasta las personas que lo habitan, las dulces y alegres incluso las más gruñonas y amargadas, hasta lo que hacen y en qué se la pasan. Lo cual me ha hecho pensar en como no aprovechan el tiempo

Hay muchas personas que se preocupan tanto por no perder el tiempo o por el camino que los llevará a su destino, que no saben disfrutar de los maravillosos momentos e instantes que les ofrece el destino, incluso no saben vivir sus propias vidas, porque siempre están pendientes de lo que no deben. Un grave error que los lleva a perderse, lo cual termina acabando con su vida

A mí no me importa caminar minutos, ya que disfruto acompañar mis pasos con la presencia de mi madre, atreves de las calles y callejones de este Reino, sin miedo alguno, porque se quién soy. Además de saber que la fría brisa que choca con mi cuerpo difunde el olor a muerte por todas partes, aumentando el miedo y el desespero en mis víctimas, mientras pienso ¿quién será el siguiente que marcare? Y en como me vengare.

Después de tomarme mi tiempo caminando, veo a una persona, de ropas elegantes, con el corazón latiendo rápido, de pie, en la plaza circular del centro del reino de Sonley.

Escucho la última campanada del reloj, que está cerca de nosotros, el cual anuncia la media noche, la hora correcta

Detengo mi caminar a unos metros de él, mi víctima, mientras lo detallo, con la cabeza un poco agachada, sin mostrar mi rostro o alguna parte de mi cuerpo, veo que sonríe y se dirige a mi en burlas, veo que no le tiene miedo a la muerte y eso me gusta.

- Bienvenido o bienvenida, humano, monstruo o misterioso ser de este o de otro planeta, mis más humildes respetos a aquel que se hace llamar el ladrón de la muerte - ace una reverencia entre risas lo cual me hace entender su acto de valentía, porque cualquiera no se atreve a venir hasta mi, sabiendo que va a morir

- Sabes hoy en la mañana estuve en el pueblo, de hecho he estado todo el día aquí - señala nuestro entorno- en la plaza, ya que, hoy se supone que es mi último día de vida, por ser luna llena

Ladeo la cabeza escuchan lo que dice, distinguiendo su habitual vestimenta oscura, sin brillo, como él.

>>Asi que decidí pasarlo oculto entre la gente de mi pueblo, los cuales me han dicho una cosa, una y otra vez, lo que hizo que se grabará en mi memoria- se lame los labios y yo sigo el gesto- Hoy pregunté ¿Que le pasa a esas personas que salen de noche y se trasladan por las calles?- al no encontrar una respuesta o si quiera un gesto continua con su relató mientras yo me dedico a observarlo- está fue la respuesta que todos me dieron:

>>Ten cuidado, y no salgas de noche, porque entre las sombras el peligro se esconde. La luna fuerza le da y moviéndose en la oscuridad estará...

>>En las calles una capa roja carmesí, como la sangre verás pasar y sus ojos azul oscuro como la noche te observarán, su cabello blanco como la nieve detallaras, en tanto, una sonrisa peligrosa te dará y con una sola mirada, tu alma vera y a través de ella te marcará...

El ladrón de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora