El ladrón de la muerte

Infierno

Es curioso como para unas personas es tan sencillo mirar a alguien y opinar sobre su vida, su apariencia e incluso su pasado sin tener fundamentos para hacerlo. Se ha vuelto una práctica popular el hecho de decir sin saber, porque así son las personas, juzgan sin molestarse en querer conocer.

Casi nadie se permite analizar un porqué queriendo ver mas allá sin ser dominados por sus propios prejuicios, otros ni hacen tan siquiera un pequeño esfuerzo para intentar comprender.
By: Oreo_Rc

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Llegada
Infierno
Sorpresa

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Lia Tilman

Un día soleado, en la claridad del bosque que se encontraba un poco alejado del pueblo. Dos pequeñas juegan confiadas a ser caballeros, los más grandes guerreros, sin saber el peligro que aquel majestuoso lugar, (que parece haber sido creado desde la imaginación de los más grandes artistas) guarda en su interior.

La pequeña castaña de rizos, ojos miel y tez morena, corre agitada entre arboles que parecen inclinarse ante ella ofreciéndole un saludo rozando sus ramas en su rostro con amabilidad, siendo perseguida por otra chiquilla con un pedazo de una rama que encontro tirada, quizás era de los grandes árboles que las cubren del sol, el cual utilizaba como espada.

- Rindete, te voy a atrapar... por tercera vez en el día - el sonido cálido de la risa proveniente de la pequeña inunda el lugar, uniéndose con el armonioso canto de los pajarillos.

- Nunca - grita la morena negando con la cabeza y riendo a carcajadas, esta comienza corriendo de espalda para ver esos ojos azules como el cielo que tanto le encantan.

- Lea, no corras así, te puedes caer - en la reprensión de la niña se escucha un tono de preocupacion, pues cree con firmeza que es su responsabilidad velar por el bien de la otra, el ser mayor la hace sentir culpable de tod sio aquello mal que le pase, por eso su deber es cuidarla, en cambio si esto no es asi, existe la posibilidad que algo trágico suceda, y las separen a ambas.

- Te preocupas demasiado, necesitas divertirte más, mi sol - la niña grita con una alegria contagiosa.

>>Sigue así y te pondrás vieja muy pronto...- las palabras quedan a medias, cuando se detiene, mira un punto fijo detras de la niña de rizos dorados, pero cuando esta quiere girar para observar, Lea cae al suelo por el impacto de una flecha en su pecho.

La niña de rizos dorados queda inmovil por la sorpresa del evento, reacciona al escuchar como las ramas se mueven como si alguien se estuviera moviendo sobre los árboles, Pero eso no le importa, porque sale corriendo para tomar en brazos a la unica persona que cree en ella.

La desesperación fluye en ella con mucha potencia, no sabe que hacer, y la angustia aumenta, hasta el punto de sentir como su corazón se detiene por un segundo, cuando ve la sangre brotando del fragil cuerpo. Por impulso intenta sacar la flecha, pero se detiene ante el quejido de dolor de la niña de ojos miel.

- Resiste, por favor mi monita. Todo va a estar bien pero resiste - intenta que su voz suene calma, quiere generar confianza en la niña que está en sus brazos, sin embargo falla. El sonido que emite es quebradizo y deja que unas cuantas lagrimas escapen de sus ojos.