Ocho Hermanas

De un tonto a otro

-¿qué diablos? -preguntó de manera inconsciente y confundida la joven-

De un momento al otro todo su escenario cambió; fue como pasar de una película romántica a la cruda realidad, inclusive era difícil procesar esto de manera rápida, no sabía ni como responder; veía a su alrededor y solo podía observar la cara del chico que estaba por besar en su mente.

-¿pasa algo? -preguntó preocupado- discúlpame, pero parecía ser lo único que podía hacer en este momento -serio- el receso acabará en breves y no quería hacer un alboroto

El chico seguía argumentando de la razón de esta respuesta ante esta situación; sin embargo, esto no le importaba en nada a Mutsumi, a causa que seguía perdida en sus pensamientos, era como si solo hubiera estática a su alrededor y sus pensamientos la consumen de a poco; trataba de reponerse, pero solo se podía mantener echada y confundida.

-¿me has escuchado? -al no recibir una respuesta suelta un suspiro- vamos levántate -le extiende su mano-.

No tuvo respuesta, es como si la chica estuviera en otro plano existencial distinto a este, uno del cual no sabe siquiera como salir, ni sabe que pensar. Fuutaro al no tener respuesta alguna y ver su estado opta por llevarla a la enfermería, pero apenas este toma su brazo ella reacciona de manera brusca moviéndolo a un lado.

-Hasta que reaccionas, aunque no fue la manera -se toma la muñeca- pudiste ser menos brusca

Se queda observándola y su mirada refleja confusión y vergüenza, también se percata que ella trata de hablar, mas esas palabras no son capaces de salir por sí solas, es como si estas fueran obligadas a mantenerse dentro de su garganta, así causándole un nudo y cortando su agitada respiración.

Cuando el pelinegro estaba por hacer algo; para tratar de ayudarla y que se calme, su reacción le preocupaba demasiado; esta corre con una fuerza que ni siquiera sabía que tenía, en dirección a la puerta y lágrimas salían de sus ojos de manera inconsciente. Los alumnos observaban esto de manera confusa, no sabían que pudo pasarle para que esto le pasase "¿le habrán dicho algo hiriente?" "¿un profesor le habrá hecho algo" "¿un chico acaso sería capaz de rechazar tal belleza?"

Todo ese tipo de comentarios sonaban en la multitud, los cuales se iban con el viento, gracias a que la receptora hacía caso omiso a este "ruido" y solo seguía corriendo sin rumbo alguno, lo más lejos hasta que sus pensamientos dejen de agobiarla y pueda pensar con claridad lo que sucedía.

- ¿pasa algo hermana?-confundida y preocupada

Como si de un transe se tratase. Mutsumi vuelve en sí; percatándose que ahora se encuentra en la azotea, de hecho, justo acababa de abrir la puerta y su pie izquierdo se encuentra en el piso, mientras que el otro un escalón abajo; en frente tenía a su hermana Tamako, quien estaba dibujando y se asustó por la inesperada aparición de esta; mas en lugar de asustarse por esta interrupción, como de costumbre ante cualquier suceso, esta se preocupó al verla entre lágrimas y con una apariencia preocupante, como si hubiera acabado de correr todo el instituto.

- ¿Tamako? -Regresando en sí- ¿Que haces acá?

- Eso debería preguntar yo -Se acercó a ella preocupada- ¿Que pasa? Estás toda... -Mirándola de pies a cabeza- Nosé como decirlo

- ¿Demacrada, triste, perdida? Pues de todo un poco -Secando sus lágrimas- Creo que... necesito hablar de esto con alguien

Mientras tanto:

El joven estaba más que confundido y no entendía para nada la situación ¿Que carajo acaba de pasar? Él necesitaba respuestas y algo de ayuda para llegar al fondo de esto pero... ¿Como lo haría?