Chirriaron un poco esos portones al cerrarse sin dejar que entraran los más mínimos rayos de luz, las ventanas eran enormes aunque estaban cubiertas por unas cortinas translúcidas de color cálido para que aunque la luz no traspasase directamente hubiese un ambiente confortable. Todo estaba adornado, había una escalera al final de la entrada que se dividía en dos más que te llevarían al resto del castillo.
Sube las escaleras, gira a la derecha y sigue subiendo, llega a un pasillo y al final hay una habitación con un picaporte dorado recién forjado por su fantástico aspecto y brillo. Su próxima cárcel, aunque llamado por el resto de habitantes y personas: su habitación, cuarto, residencia; odiaba todos esos nombres , solo quería vivir como los demás, no ser el centro de todo.
Iba a entrar cuando...
-Señorita recuerde que cena a las 9- dijo una voz detrás de Alisson, era una de las criadas.
- Vale, iré al comedor a esa hora- al girarse ya no había nadie pero estaba segura de haber visto a una sirvienta reflejada en el pomo.
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Atravesó esa puerta con miedo y no se imaginaba como sería esa habitación cuando vio una gran cama de matrimonio, con una cómoda, un gran espejo...
Empezó a deshacer sus maletas y dejó todo ordenado, colocando sus apuntes y mariposas sobre su escritorio, cuando vio el paquete del padre, pero se le había hecho tarde así que bajó a cenar.*****
- Buenas noches.
- Hola princesa- dijo su padre a lo que Alisson respondió con gestos raros y poco agradecida.
Cenaron con tranquilidad y tras un silencio un tanto incómodo...
-Ese paquete contiene un libro y una libreta, llamado "Estudio" todos los cazadores de brujas han de tener uno de ellos y lo van rellenando con datos que ayudarán a los antecesores para que sea más fácil matarlas. En nuestro caso, el oficio familiar - dijo mientras esbozaba una media sonrisa.
-¿Tendré que matarlas?¿ cómo que nunca surgió el tema? ¿ mamá arriesgo su vida en ello y por eso no está? ¿ por eso murió?- gritaba aterrorizada dando vueltas por el comedor, se le había quitado el hambre y se puso aún más blanca de lo que ya es.
- No pensé que reaccionarias tan mal y...paranoica, ya sabiás que existían ¿ por qué crees sino que el norte estaba lleno de murallas? Allí no tienen tanta seguridad como nosotros, como yo.
- Necesito pensar- dijo bajando el tono y medio mareada. Al salir se encontró frente a las escaleras y se hacían inmensas, tenía tantas preguntas y a tan poca gente que las pudiese responder...
Veintitantos escalones hasta su pasillo, pero sentía que no estaba sola. Paro justo frente a una armadura que había antes de llegar, no encontraba espejos y los pomos que habían eran desgastados y no podía ver quien estaba detrás. Un aliento escalofriante sentía en la nuca que le provocaba un grandioso temor cuando vio un cuchillo enorme acechándola. Giró lentamente y después de un giro dispuesta a ver a su asesino se encontró sola.
- Tranquila Alisson, esto es todo por tu imaginación; no hay brujas aquí, ni asesinos,ni tú tendrás que matar a nadie- se consoló a si misma y entró a su habitación cerrándola con un mísero cerrojo.
Tal y como entró se sentó en su cama apoyando su espalda contra la pared pasando así toda la noche. Por precaución, dormían así los habitantes para que no se les escapara el alma al tumbarse (por tradición) y ella quería que su mayor preocupación fuese esa.
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Hoola, siento haber tardado en subir pero aquí está mi cuarto capitulo y espero que os guste. Graciaas.
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Las brujas de Salem(pausada)
FantasíaUn nuevo día comienza hoy en Salem, Inglaterra. Acaba de terminar el solsticio de invierno y comienza un nuevo año donde la gente deseaba que fuese más afortunado y leve. El año anterior había sido muy duro, y nadie quería recordar aquellos tiempos...