Capitulo 7

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Besaba lento, sin prisa. Fue dejando marcas por mi cuello hasta llegar a mis clavículas, se sentía exquisito. Pronto, bajo hasta mi torso repartiendo pequeños besos que siguieron bajando hasta llegar en mi entrepierna.

ㅡ¿Estás bien? -me preguntó, sentía sus labios humedecidos rozando con mí glande en cada palabra que decía ㅡ. ¿También te gusta?

ㅡSí -asentí, fue lo único que pudo salir de mí boca, aún más afectado por la deliciosa sensación.

ㅡSi quieres que me detenga...

ㅡNo -interrumpí- No. -me alteré, no quería que parara y mucho menos ahora. Cosa que captó, y a Jisung le causó gracia

ㅡ¿Puedo? -pregunto, pero no antes de que yo pudiera responder, Puso una de sus manos en mi falo, provocando más exitación en mí.

Haciendo que diera un saltito por el toque

ㅡAdelante, lindo.

Guíe una de mis manos hasta sus cabellos castaños, acariciándolo

Él me miraba con una cara de inocencia

No podía resistir.

¿Cómo se atrevía a demostrar inocencia en un momento así?

Solo me provocaba más, además de qué, ya no estaba soportando

Entonces, escuché un desagradable ¿Sonido?

Pero no le dí importancia, estaba más concentrado en Jisung

El cuál, fue dando pequeñas lamidas desde el glande hasta mí falo, mientras con su mano masturbaba toda mi extención.

ㅡDivino... -así lo sentía

Apretó más la cabellera del castaño, dando así, señas a qué esté prosiguiera

Y lo hizo, metió a su boca toda la extención de Minho, y lo que no podía alcanzar con ella, lo alcanzaba con su mano

Eso causo un escalofrío en el mayor, pero uno de los buenos.

Comenzó un vaivén de arriba hacia abajo, Minho no quería lastimarlo, así que no lo obligó a nada

Pero él -Jisung- lo sabía, así qué fue más rápido, provocando jadeos roncos provenientes del mayor

Y de nuevo, otra vez ese desagradable sonido se hizo presente, pero cada vez más y más fuerte. Ya no lo podía ignorar

De la nada, veía todo negro

Y pudo percibir una luz chocando justamente en sus ojos

Mierda, era un maldito sueño. -pensó

Fue abriendo poco a poco sus ojos para acostumbrarse a la luz, y como pudo, se arrimó a lo que tanto causaba ruido, su teléfono.

Era una llamada, una llamada de Hyunjin.

ㅡ¿Que quieres a estás horas? Por dios Hyunjin -contestó

ㅡ¿Horas? Te recuerdo qué, por sí no lo sabías, son la una de tarde, llevo tiempo llamándote y no contestaste, me preocupé y por tanto, seguí insistiendo

No se había dado cuenta, había perdido la noción del tiempo

ㅡ¿Y bien? -igual él lo había levantado, así que respondió de mala gana

ㅡPues quería darte las gracias por ayudarme a escojer las flores para lix, le gustaron... -calló-

ㅡNo hay de qué entonces, hasta luego.

Cortó la llamada. Estaba indignado, no tanto por el hecho de que Hyunjin lo haya despertado, pero sí por el hecho de qué todo fue un sueño.

Causa de qué no sólo él estaba despierto, también su amiguito.

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