capitulo 2

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Capítulo 2: El examen sorpresa

Naruto miraba la hoja del examen con frustración. No sabía ninguna de las respuestas. Pensó en hacer trampa, pero no tenía a nadie cerca que le pudiera ayudar. Todos los demás alumnos estaban concentrados en sus propias hojas. Naruto se rindió y dejó la hoja en blanco.

-¡Bueno, ya está! ¡He terminado el examen!- anunció Naruto con falsa alegría.

-¿Ya? ¿Tan rápido?- se sorprendió Iruka-sensei.

-Sí, sí, ya. Fue muy fácil. Un juego de niños- mintió Naruto.

-¿En serio? Déjame ver tu hoja- dijo Iruka-sensei.

Iruka-sensei tomó la hoja de Naruto y la revisó. Vio que estaba vacía. Se decepcionó y se enojó.

-¡Naruto! ¡Esto es inaceptable! ¡No has contestado nada! ¡Nada!- le reprochó Iruka-sensei.

-¿Eh? ¿Qué? ¿No es así como se hace?- se hizo el tonto Naruto.

-¡No, no es así! ¡Debes responder las preguntas! ¡Eso es lo que se hace en un examen!- le explicó Iruka-sensei.

-¡Ah, ya veo! ¡Pues no lo sabía! ¡Nadie me lo dijo!- se excusó Naruto.

-¡No me vengas con eso! ¡Te lo he dicho mil veces! ¡Debes estudiar y aprender! ¡Así es como se forma un ninja!- le dijo Iruka-sensei.

-¡Pero sensei, yo no quiero ser un ninja de libros! ¡Yo quiero ser un ninja de acción! ¡De esos que pelean y hacen misiones y salvan el mundo!- dijo Naruto.

-¡Naruto, no seas ingenuo! ¡No puedes ser un ninja de acción si no sabes lo básico! ¡La teoría es tan importante como la práctica! ¡Debes tener un equilibrio entre ambas!- le dijo Iruka-sensei.

-¡Pero sensei, eso es muy aburrido! ¡Yo quiero divertirme! ¡Yo quiero ser libre!- dijo Naruto.

-¡Naruto, esto no es un juego! ¡Esto es serio! ¡Ser ninja es una responsabilidad! ¡Debes respetar las reglas y las tradiciones!- le dijo Iruka-sensei.

-¡Pero sensei, yo no quiero seguir las reglas y las tradiciones! ¡Yo quiero hacer las cosas a mi manera! ¡Yo quiero ser diferente!- dijo Naruto.

-¡Naruto, basta! ¡No puedes ser diferente! ¡Debes ser igual que los demás! ¡Debes adaptarte al sistema!- le dijo Iruka-sensei.

-¡No, no, no! ¡Yo no quiero ser igual que los demás! ¡Yo quiero ser yo mismo! ¡Yo quiero ser único!- dijo Naruto.

-¡Naruto, eso es imposible! ¡No puedes ser único! ¡No puedes ser especial! ¡No eres nadie!- le dijo Iruka-sensei.

-¡Sí, sí, sí! ¡Yo puedo ser único! ¡Yo puedo ser especial! ¡Yo soy alguien!- dijo Naruto.

-¡No, no, no! ¡Tú no eres único! ¡Tú no eres especial! ¡Tú no eres nadie!- le dijo Iruka-sensei.

-¡Sí, sí, sí! ¡Yo soy único! ¡Yo soy especial! ¡Yo soy Naruto Uzumaki!- gritó Naruto.

-¡No, no, no! ¡Tú no eres Naruto Uzumaki! ¡Tú eres un fracaso! ¡Un estorbo! ¡Un demonio!- gritó Iruka-sensei.

Naruto se quedó helado. No podía creer lo que acababa de escuchar. Iruka-sensei, su maestro, su amigo, su padre, le había dicho esas palabras. Esas palabras que tanto le dolían. Esas palabras que tanto odiaba. Esas palabras que tanto temía.

Naruto sintió un nudo en la garganta, una lágrima en el ojo y un vacío en el corazón. Se levantó de su asiento y corrió hacia la puerta. Antes de salir, se giró y le dijo a Iruka-sensei:

-¡Sensei, usted es un mentiroso! ¡Usted es un traidor! ¡Usted es un malvado! ¡Yo no soy un fracaso! ¡Yo no soy un estorbo! ¡Yo no soy un demonio! ¡Yo soy Naruto Uzumaki! ¡Y algún día seré Hokage! ¡Lo juro!

Naruto salió del salón y se fue corriendo. Iruka-sensei se quedó paralizado. Se dio cuenta de lo que había hecho. Se había dejado llevar por la ira y había herido a Naruto. Había roto su confianza y su amistad. Había perdido a su alumno y a su hijo.

Iruka-sensei se arrepintió y se sintió culpable. Quiso salir tras Naruto y pedirle perdón. Pero era demasiado tarde. Naruto ya se había ido. Iruka-sensei se echó a llorar.

Los demás alumnos se quedaron en silencio. No sabían qué decir ni qué hacer. Algunos se sintieron mal por Naruto, otros se sintieron mal por Iruka-sensei y otros se sintieron mal por ellos mismos. Entre las chicas, había algunas que se sintieron más que mal. Se sintieron algo más.

Sakura, que había presenciado toda la escena, se sintió conmovida por Naruto. Vio su dolor, su coraje, su determinación y su sueño. Vio que Naruto era un chico que sufría, que luchaba, que se esforzaba y que no se rendía. Vio que Naruto era un chico que quería ser reconocido, que quería ser respetado, que quería ser amado. Vio que Naruto era un chico que tenía un corazón.

Sakura se sorprendió y se preguntó:

-¿Qué me pasa? ¿Por qué siento esto? ¿Por qué me importa Naruto? ¿Por qué me duele verlo así? ¿Por qué me gusta su sonrisa, su energía, su determinación y su bondad? ¿Por qué me gusta Naruto?

Sakura se sonrojó y se negó a aceptar lo que sentía. Se dijo a sí misma:

-No, no, no. Esto no puede ser. Yo no puedo sentir esto. Yo no puedo gustar de Naruto. Yo gusto de Sasuke-kun. Sí, sí, sí. Yo gusto de Sasuke-kun. Solo de Sasuke-kun.

Sakura se convenció y se calmó. Miró a Sasuke y se sintió aliviada. Sasuke seguía siendo el chico de sus sueños. Sasuke seguía siendo el chico que le gustaba. Sasuke seguía siendo el chico perfecto.

Pero lo que Sakura no sabía era que Sasuke no era tan perfecto como ella creía. Sasuke también había visto y escuchado todo lo que había pasado. Sasuke también se había sentido afectado por Naruto. Sasuke también había sentido algo por Naruto.

Sasuke, que siempre había sido frío e indiferente, se sintió curioso por Naruto. Quiso saber más sobre él, sobre su pasado, sobre su presente, sobre su futuro. Quiso saber qué lo hacía tan diferente, tan especial, tan único. Quiso saber qué lo hacía ser Naruto Uzumaki.

Sasuke se intrigó y se preguntó:

-¿Qué es esto? ¿Qué me ocurre? ¿Por qué me interesa Naruto? ¿Por qué me intriga verlo así? ¿Por qué me atrae su sonrisa, su energía, su determinación y su bondad? ¿Por qué me atrae Naruto?

Sasuke se ruborizó y se rehusó a reconocer lo que sentía. Se dijo a sí mismo:

-No, no, no. Esto no debe ser. Yo no debo sentir esto. Yo no debo interesarme por Naruto. Yo no me intereso por nadie. Sí, sí, sí. Yo no me intereso por nadie. Solo por mí mismo.

Sasuke se engañó y se enfrió. Miró por la ventana y se sintió tranquilo. Él seguía siendo el chico de sus metas. Él seguía siendo el chico que se admiraba. Él seguía siendo el chico solitario.

Pero lo que Sasuke no sabía era que él no era tan solitario

Naruto enamorado a todas las chicas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora