Este capítulo contiene una cantidad considerable de narración explícita, leer bajo su propio riesgo.
...
"Max, lo siento mucho, pero debo centrarme en mi carrera y no creo que pueda seguir con esto." Dice el mexicano, directo al grano como sabe que Max lo prefiere.
Minutos antes ambos pilotos de Red Bull se adentraron en el driver's room del neerlandés, quien en su momento estaba bastante confundido por la repentina necesidad de Checo por hablar con él, y ahora comprende que solo se trata de una "ruptura".
Max sonríe, le resulta cómico lo serio que está siendo el tapatío para terminar algo que nunca existió en primer lugar, pues el mismo Sergio le advirtió desde el principio que lo suyo se limitaría a besos y caricias, ni siquiera llegaron a tomarse un café juntos fuera de las horas de trabajo.
"Está bien, Checo, respeto tu decisión, aunque aún me tendrás que soportar como compañero." Ambos ríen al unísono y Max no puede evitar sentir un poco de nostalgia cuando el tapatío se acerca y besa su mejilla suavemente.
"Gracias por comprender, Maxie, y no me preocupo, me encanta ser tu compañero."
El rubio se siente bien, como si se le quitara un peso de encima, y no lo malentiendan, pero es que él es de una naturaleza seria y pacífica, le gusta la estabilidad y esto último es algo que Sergio no puede ofrecerle.
Su juventud puede pedirle un poco de jugueteo y diversión, pero en el fondo su corazón late con la esperanza de un amor duradero y satisfactorio.
Además, Max lleva mucho tiempo ignorando unos ojos verdes que lo observan exhaustivamente y desde hace un par de días siente la necesidad de ceder ante ellos.
...
Las horas pasan rápido en el circuito, su monoplaza rindiendo tan excelente como siempre le mantiene los ánimos arriba por lo que no duda antes de aceptar la invitación de Daniel por un par de copas tras el último día de testing.
Incluso con el Vodka corriendo por sus venas se siente vigoroso y toma una decisión de la que sabe que no se arrepentirá pronto. No está borracho, pero el alcohol ha borrado la vergüenza de su mente y lo único que puede ver son grandes posibilidades.
Es por ello que se encuentra a sí mismo tocando la puerta de la habitación de hotel de cierto monegasco casi a la media noche, una sonrisa se le escapa tan pronto como su vista se encuentra con el piloto de Ferrari parado frente a él con su cabello mojado aparentemente recién salido de la ducha y vestido con tan solo unos shorts deportivos.
"Dios, si a todos le abres la puerta luciendo así, podría venir más seguido." Suelta sin pensarlo dos veces.
Parece haber impactado a Charles con su imprudencia pues sus mejillas se pintan de rosado y solo se hace a un lado para dejarlo pasar.
Una vez adentro Max examina la habitación brevemente, puede ver el vapor saliendo del baño que se mezcla con la música suave, le sorprende que todo esté completamente ordenado, siempre imaginó a Charles como el tipo de hombre que no le da importancia a su espacio, la cama está deshecha lo que le dice que estaba a punto de dormir.
"¿Te ibas a dormir sin secarte el cabello? No muy inteligente antes de un fin de semana de carrera."
"¿Qué quieres, Max?" Pregunta, restando importancia al comentario anterior. "¿Tu novio no se enoja sabiendo que estás en la habitación de otro hombre?"
Max, quien aún tenía su mirada revoloteando por la habitación, finalmente la fija en los ojos verdes adormilados. Sonríe descarado y da un paso más cerca a Charles.
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Green eyes. -lestappen
FanfictionMax se ha cansado de ignorar los ojos verdes que lo miran todo el tiempo, y ha decidido hacer algo al respecto...