Green eyes. -lestappen

love.

Y ojalá todo se quedará así, un mundo en el que son tan solo ellos dos en su burbuja de amor, diciéndose apodos melosos y compartiendo suaves caricias, pero los obstáculos son inevitables para cada persona y ellos no son la excepción.

Por eso Charles no puede hacer más que respirar profundo e intentar pensar con claridad cuando se encuentra encerrado en una oficina con su compañero español y este tiene la iniciativa de empezar una conversación que el monegasco claramente no quiere tener.

"Escuché que andas con Verstappen, ¿así de desesperado has estado sin mí?" La sonrisa burlona que lleva en su cara irrita en demasía al menor.

"No es asunto tuyo." Se limita a contestar pensando que eso lo salvaría, pero no.

"Claro que es asunto mío, no puedo simplemente permitir que un idiota disfrute de lo que es mío. Deja de lado ese orgullo, Charlie, sabes que siempre te he tratado como un príncipe, olvidémonos de todo esto y regresemos."

Esas palabras le sacaron una risa llena de ironía a Charles y niega con su cabeza mientras trata de recordar todo lo aprendido en terapia para contenerse de darle una paliza a Carlos.

"No soy un puto objeto que puedas poseer, Carlos, y deja de ser ridículo que sabes perfectamente que me trataste y usaste como si yo no valiera nada."

"Y ya te pedí perdón por eso, superalo. ¿Qué te da él que no te haya dado yo? ¿Besicos mientras te folla?" Carlos se recuesta hacia atrás en su silla con un aire de superioridad que hace que hiervan más los nervios del monegasco.

Charles tiene que contenerse para no hacer una lista de horas para responder la descarada pregunta. Para evitar demostrar lo mucho que lo está desestabilizando, forma una sonrisa socarrona en sus labios y mira a los ojos oscuros del mayor.

"Sí, Carlos, me besa mientras me folla, me dice palabras bonitas y luego dormimos abrazados, ¿eso es lo que quieres oír? Pues que te quede claro que Max me hace sentir un placer impresionante, me vuelve loco como tú nunca lo hiciste."

Charles estalla y parece ser suficiente para borrar la sonrisa del rostro ajeno y callarlo de una vez por todas, pero ahora que ha empezado, necesita desahogar todo lo que no ha dicho en años.

"¿Sabes qué hace él que tú no hiciste? Max es mi novio en todo momento, no solo en la cama, Max nunca me ha negado y mucho menos rechazado, me demuestra cada día que me ama ya sea con palabras o detalles, y aunque desea con todo su ser hacer pública nuestra relación, se contiene porque respeta mi decisión."

El corazón del monegasco late con una rapidez impresionante, no sabe si reír o llorar, pues el desenvolver todo el trauma causado por el español no solo le lastima, sino que también lo llena de una ira impresionante, su yo que ha sanado desea vengar al que sufrió durante tanto tiempo.

"Él me respeta y me ama, Carlos, y tú nunca hiciste ninguna de esas dos. Entonces deja de decir estupideces, no hables de mí o mi pareja como si fuera de tu incumbencia. Y te pido, por favor, que respetes los límites, no quiero que me abraces ni hagas comentarios imprudentes ni en los vídeos ni en el paddock, si nunca fuiste un novio decente espero que por lo menos puedas hacer esto por mí."

Charles sabe que no puede simplemente ignorar la existencia de Sainz pues su contrato así lo dicta, pero puede por lo menos evitar el contacto físico que tanto lo hostiga y de paso, darle un poco de alivio a Max.

Nunca obtiene una respuesta porque la puerta se abre y Fred ingresa a su oficina con un montón de papeles en mano y su característica expresión serena.

"Perdón la tardanza, empecemos con esta reunión, chicos..."

...

"Desearía haber estado allí para apoyarte, pero estoy tan orgulloso de ti por defenderte de ese idiota." Max le habla con dulzura, acariciando su rostro de tal manera que Charles desea dormirse allí parado en medio de la habitación.