There is a Monsters in the woods || Poppy Playtime

𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

"Si se ataja el dolor, la
felicidad se trivializa
 y se convierte en
un confort apático"
ㅤㅤ_ ‘La sociedad
paliativa’ (Herder), 
por Byung-Chul Han.

Catnap

Catnap 

Catnap

Catnap

Catnap

Catnap

¡CATNAP, AQUI ESTAS!

Un rastros de flores aplastadas manchaban sus pies, retrocediendo al asco que no le tenía a las flores sino al acto de los movimientos juguetones del felino, lleno de pétalos que se unificaban a su pelaje violeta sí no fuera porque se desprendían de su tacto suavemente. A pesar de las protestas mudas de las plantas, el gato morado continuaba su danza despreocupada, como si el mundo entero fuera su escenario y las flores junto a él, simples espectadores de su actuación. 

- Catnap, yo... - Un gruñido del perro apenas audible resonó como un murmullo en el aire, el mensaje estaba claro: ansiaba la atención del gato, anhelaba un gesto de complicidad o al menos una mirada de complicidad. - lo he estado pensando y... 

 Pero el gato, con su naturaleza independiente y su mente fija en su propia agenda, no parecía dispuesto a detenerse.

"Esto es una tontería." 

 Y simplemente decidió cambiar de táctica. En lugar de continuar gruñendo en vano, optó por acercarse y sentarse a su lado, eligiendo un lugar estratégico entre las flores aplastadas, esperando captar la atención del felino de pelaje morado.

Mientras tanto, el gato, ajeno a la presencia del perro, finalmente terminó su frenesí de frotamientos y se dejó caer con gracia entre las flores, una imagen de serenidad y satisfacción. Fue entonces cuando, casi como si hubiera percibido la presencia del perro por primera vez, giró la cabeza con curiosidad para encontrarse con los ojos del canino que ahora estaba a su lado.

No hubo ninguna pregunta, ningún saludo o algo pero Dogday sonrió ante su logro.

— Bueno, lo he estado pensando y ... creo que hemos empezado con el pie izquierdo... pata izquierda — se corrigió al instante, recostándose igual que su compañero. — Y quería que pudiéramos empezar de nuevo, jeje... Creo que te he juzgado mal y, los demás me han hecho entender que estaba exagerando, pero… ¿Cómo no estarlo? Acaso, ¿todo fue casualidad? ¿Que las desgracias que nos rodean son simplemente una coincidencia? ¡No! -
— Rechistó con el nerviosismo a flor de piel que cargaba tanto su cuerpo como sus palabras, una de sus patas apretó con fuerza el pelaje morado del pecho del gato, tratando de exprimir de él la causa de su propio tormento al acariciar al felino. — Desde que llegaste, tú... tú lo arruinaste todo. TODO. Antes de ti, éramos felices, ¡éramos libres de preocupaciones, de miedos! Nunca hubo problemas antes de ti.. Pero tuviste que aparecer y arruinarlo todo. ¿Y ahora yo soy el malo? ¿el EXAGERADO? Por querer PROTEGERLOS, por ver y sentir algo que al parecer nadie ve porque son unos ciegos, ¿Y YO SOY EL MALO?  Todo esto es tu culpa. todo se ha ido al infierno toda esta desgracia... es por ti. ¡Tu maldita culpa! — En su frenesí emocional, las garras del perro se hundían en la suave piel del gato, sintiendo una sensación húmeda y pegajosa en su pata, que interpretó como un mero producto de la tensión que lo consumía. — Pero ¿sabes qué, Catnap? He estado exagerando, no es propio de mí y no he actuado como debería. Por eso he querido venir a visitarte. Quiero que seamos amigos…

¿Qué opinas, Catnap?

¿Catnap?

Cuando finalmente terminó de desahogarse y el silencio envolvió el jardín, el perro giró lentamente para contemplar su entorno. Fue entonces cuando notó que su pata estaba empapada de sangre, con el corazón latiendo desbocado y las patas temblorosas, se quedó paralizado al ver la sangre en su pata. Una oleada de ansiedad lo envolvió, haciendo que su respiración se volviera rápida y entrecortada. 

Bajo la cabeza lentamente, esperando encontrar al gato a su lado, pero en cambio se encontró con un vacío perturbador. Sus ojos, llenos de horror, se fijaron en la mancha roja que se extendía lentamente por todo el manto verde, formándose una sombra ominosa del gato rojo. El perro intentó limpiar la sangre con movimientos frenéticos de su pata, pero era inútil. La mancha persistía, y la culpa y el miedo se apoderaron de él, formando un nudo en su estómago y pesando como una losa en su pecho. 

El perro miró a su alrededor, buscando desesperadamente alguna señal de que todo había sido un malentendido, pero solo un rastro de sangre que se retorcía grumosamente hasta la oscuridad. Todo lo que tocaba aquel flujo  se desmoronaba ante sus ojos: Las flores, los arbustos, los árboles que antes parecían reales y vibrantes, ahora se arrugaban y se desvanecían volviéndose uno mismo. 
Sus ojos recorrieron el paisaje a su alrededor,  pero la realidad se distorsionada. Las flores ahora eran de papel, los árboles de cartón y cada elemento del paisaje parecía derrumbarse a su alrededor.

NO

NO NO NO

— NO, NO DE NUEVO — clamó, su voz llena de desesperación y angustia. — ¿POR QUÉ?...  ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? — Pero no hubo respuesta, solo el silencio de cada latido de su corazón romperse contra su pecho — ¿POR QUÉ   SIEMPRE ME HACES LO MISMO?

 Dejó escapar un gemido lastimero,  se dejó caer al suelo, pataleando incapaz de soportar por más tiempo la agonía de su existencia distorsionada. Con cada respiración entrecortada, su cuerpo temblaba violentamente.

El mundo a su alrededor se desvanecía lentamente en la oscuridad, devorando todo a su paso en un abismo sin fondo; Las flores se marchitaban hasta convertirse en montones de polvo grisáceo, los árboles se retorcían y se desmoronaban en pedazos. 

ㅤㅤㅤ

¡TE ODIO!

Esta historia no la dirijo yo, ella me dirige a mí.

Empece esta historia con una trama tonta y ahora se esta dirigiendo a algo más serio y filosófico. 

Parece estúpido pero estaré igual que ustedes, sin entender a donde va, saltando en piedra en piedra sobre un arroyo que no se en donde terminará. Así que tenganme paciencia a los que estén esperanzados, cambiare y modificare capítulos a consecuencia de esto.

No les garantizo una gran historia pero si un rompecabezas que armaremos juntos.

Bienvenidos