A Build le encantaba su nuevo trabajo. Fue desafiante y nuevo y definitivamente no fue fácil, pero finalmente estaba trabajando en algo que le apasionaba. Sus compañeros de trabajo eran agradables y su jefe era... bueno, tal vez no "agradable", pero sí lo suficientemente agradable en comparación con...
De todos modos. Le estaba yendo bien. Amaba su trabajo. La vida era buena.
Por supuesto, sólo había hecho falta una llamada para arruinarlo todo.
Build frunció los labios, pensando una vez más en la llamada de Bible la semana pasada. Escuchar su voz de nuevo había sido como un puñetazo en el estómago: lo había dejado sin aliento y con el cuerpo caliente y lleno de adrenalina. Se había sentido tan jodidamente vivo. No es que se hubiera sentido muerto en los últimos meses, pero el mundo de repente era mucho más brillante y vibrante, y escuchar la voz de Bible era simplemente... le hablaba mecánicamente, sin apenas saber lo que decía, escuchando su propia voz como si eran de otra persona. Había necesitado toda su fuerza de voluntad para negarse cuando Bible le ordenó que se acercara a él. Pero Dios, tenía tantas ganas de ir. Sólo para verlo. Tomar esa excusa para verlo y estar cerca de él, y...
Jodidamente patético. Era tan patético. El imbécil básicamente lo había descartado como si fuera un artículo usado y, sin embargo, aquí estaba, todavía suspirando por las migajas de su atención. Él era mejor que eso, maldita sea.
Una ola de susurros recorrió la gran habitación, sacándolo de sus pensamientos.
Build miró hacia arriba. No podía ver mucho desde su cubículo, pero pudo ver que sus compañeros de trabajo de repente estaban sentados muy erguidos, emitiendo la sensación de: estoy trabajando muy duro.
Ese tipo de reacción era... familiar. Por lo general, sólo un hombre lo causaba.
Build se estremeció y el corazón se le subió a la garganta. Su estómago se apretó cuando escuchó murmullos de “Sr. Sumettikul” y “Señor”.
Build fijó su mirada en su computadora, aparentando estar ocupado y tratando de ignorar la forma en que su estómago estaba lleno de mariposas. Horribles mariposas carnívoras.
Estaba siendo estúpido. No había manera de que Bible estuviera aquí para verlo. Probablemente tuvo una reunión con el jefe de Build, aunque eso también sería bastante extraño. Normalmente los jefes de departamento subían al piso ejecutivo, no al revés. Bible Sumettikul normalmente no se dignaba honrar a los simples mortales con su presencia a menos que hubiera una emergencia. De hecho, podía contar con los dedos la cantidad de veces que había sucedido desde que comenzó a trabajar para Caldwell Group hace casi un año.
Los pasos se detuvieron justo al lado de su cubículo.
Joder, no pudo resistir más.
Lentamente, levantó la mirada.
Se alegró de estar sentado, porque de repente sus rodillas se debilitaron cuando sus ojos se encontraron con los de Bible. No podía respirar.
Hoy llevaba una corbata azul. Se veía ridículamente bien contra la suave y hermosa piel de Bible, atrayendo la mirada hacia la hendidura de su barbilla y sus labios firmes y sensuales.
Build lamió el suyo. Siempre ponía los ojos en blanco cuando la gente describía la necesidad y el deseo en términos de "hambre", pero ahora sentía hambre. Famélico. Su boca hormigueaba, se le hacía agua. Quería lanzarse sobre el y comérselo. Era un sentimiento visceral, crudo y poderoso. Dejó a Build mareado. Famélico.
“Señor”, se escuchó a sí mismo decir. Sonaba sorprendentemente normal y en absoluto como si estuviera agarrando su silla con fuerza para evitar saltar sobre su jefe delante de todos y trepar a él como a un árbol.
