다섯

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—¿Por qué demonios todavía estoy considerando esto? —TaeHyung murmuró

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—¿Por qué demonios todavía estoy considerando esto? —TaeHyung murmuró.

El consejo de JiMin había sido sacarse de ese lío antes de que empeorara. TaeHyung ignoró la sabiduría de su mejor amigo hasta que fue demasiado tarde.

—La solución está clara, ¿no? —TaeHyung susurró a la habitación vacía.

Aunque no era una persona muy escéptica, a veces se preguntaba si el fantasma de JungKook se quedaría en las paredes de esta casa.

¿Qué pensaría JungKook si estuviera vivo?

—Pero está muerto —murmuró TaeHyung.

¿Qué de bueno tienen los muertos para los vivos? ¿JungKook sabría que es lo que estaba pasando con SeokJin? Espera, él no debería culpar a la víctima.

TaeHyung se dejó caer sin ceremonias en la cama, ignorando el crujiente marco de metal.

Preocuparse incesantemente no era saludable para el bebé. Hacer lo correcto significaba sin embargo, dejar a SeokJin por su cuenta.

¿Podría el Alfa finalmente poder pararse él solo?

¿Podría TaeHyung, después de haberse acostumbrado tanto a la dicha doméstica?

El accidente de la habitación de SeokJin lo puso tenso. Fue seguido por un gruñido frustrado. Una o dos veces, un vecino llamó a la policía, pero TaeHyung siempre logró calmar la situación. Otra explosión sonó, haciendo que se estremeciera. TaeHyung esperaba más choques de muebles. SeokJin generalmente sacaba su frustración con la madera y el plástico hasta que no quedaba nada más que destruir.

A la mañana siguiente, TaeHyung echaba un vistazo a su habitación, veía el desorden y lo anotaba como daño. Tuvieron que hacer una parada rápida en el Ikea más cercano otra vez. Comprar las cosas más baratas. Tal vez habría un nuevo armario a la venta, uno que no tuviera cristal.

El cristal hacía un lío y TaeHyung estaba cansado de vendar los puños del Alfa. Sobre todo porque SeokJin tenía suficientes cicatrices en sus nudillos. El Alfa sanaba lo suficientemente rápido, así que eso significaba que SeokJin había estado haciendo esto demasiadas veces.

La culpa se estrelló contra TaeHyung un segundo después. SeokJin no se lo merecía, pero TaeHyung siempre estaba allí para resolver el problema. Nada de la habitación de SeokJin después de eso, así que TaeHyung apretó su oreja contra la pared, con el corazón latiéndole con fuerza.

Un extraño ruido vino del otro lado. Ahogando sollozos. TaeHyung tardó un segundo en darse cuenta de que SeokJin estaba llorando. Todos los músculos de su cuerpo se congelaron. El gran Alfa nunca derramó lágrimas, incluso en el funeral de JungKook.

Todo este tiempo... ¿SeokJin había estado conteniendo su dolor, sin dejarlo mostrarlo?

A menudo, TaeHyung necesitaba un par de minutos para ponerse de pie. Sin embargo, por una vez, se levantó sin esfuerzo, bueno, no tanto. Sus pies tocaron la suave alfombra. TaeHyung salió de la habitación. Esa fue probablemente otra mala idea después de que salió corriendo durante la cena, pero no podía dejar a SeokJin solo.

OMEGA SUSTITUTO, jintae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora