IV

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No podía perder la oportunidad de coquetear, este hombre no se dejo, yo tenía ganas de beber más.

Al levantarme sentí un dolor fuertísimo en la cabeza, era resaca, caminé con mis ojos aún cerrados pensando que estaba en mi casa.

Salí al patio de la casa donde se encontraba ubicada una piscina de piso y cuando abrí los ojos... caí.

Al sentir el agua tan fría me di cuenta de que esta no era mi casa. Miré a mi alrededor para encontrarme con los ojos de aquel hombre al que no recordé ni un poco.

- ¿Estás bien? — Preguntó

- Si, claro, ¿Acaso no me ves aquí en el frío divirtiéndome en el agua? —Dije tratando de salir del agua

Hombres. — Dije en mi cabeza

Salí completamente del agua cuando veo que trae una toalla, que amigable.

- Hace frío, ponte esto encima — Dicho esto se fue directo a la sala de estar y empezó a mirar televisión mientras desayunaba cereal en un tazón.

Luego de secarme un poco decidí irme de allí, tomé mi abrigo y me fui, no me despedí, al ver la calle me di cuenta de que no quedaba lejos de mi casa y me fui caminando.

Al llegar a mi casa mi madre me sorprende.

- Llegaste. — Dijo y se levantó del asiento

- Si mamá... — Respondí

- ¿Y ese abrigo? ¿de donde lo tomaste? ¿de quién es? — Hizo muchas preguntas

- ¿De qué hablas? — Pregunté.

Al pasar los ojos me di cuenta de que no era mi abrigo, tomé el abrigo equivocado... ¿Como pude agarrar el equivocado?

Abrí mis ojos como platos al darme cuenta.

Dios mío. — Dije

¿Me ocultas algo? — Dijo mi madre cruzando los brazos.

¡N... No! ¡claro que no! — Miré aterrorizada al abrigo.

¿Entonces puedes explicar eso? — Miró sospechando — Parece el abrigo de un hombre...

Luego de unos largos minutos de explicación, claro, tuve que explicar cosas que probablemente no pasaron porque simplemente no recuerdo nada,
me duché y me preparé para ir a buscar nuevamente mi abrigo.

Subí a mi coche y seguí a mi cabeza, lo que recordaba del camino, evidentemente no lo recordé mucho ya que estaba somnolienta aún, pero llegué al callejón.

Cuando llegué no recordé cual era la casa, habían tres casas distintas, el problema era cuál era la suya.

Me bajé de mi coche y probé mi suerte en las dos primeras casas, desafortunadamente ninguna era la suya, intenté no rendirme y probé con la tercera, esta si era la correcta.

Cuando me abrió trate de relajarme.

- Hola, de nuevo, me di cuenta de que agarré el abrigo equivocado, pero ya te lo traje de vuelta — Le mostré su abrigo el cual tenia en mis manos.

- Ah, hola, ya te traigo tu abrigo. — Luego de haber dicho eso, Hyunjin me devolvió mi abrigo y yo le devolví el suyo.

- Gracias — Le agradecí por mi abrigo y caminé hasta mi coche.

En lo que yo caminaba hasta mi coche, una mujer se me acercó y empezó a hablarme grosero.

- ¿Qué hacías en la casa de mi novio? — Me preguntó — Él es mío, ¿oíste?

Me reí

Yo a el no lo conozco así que, permiso. — Camine un poco más rápido y me bloqueo el paso

- Responde, ¿¡qué hacías en la casa de mi novio?! — Me tomó del brazo y me miró con coraje.

¿Quien crees que eres para poner un dedo sobre mi?, no deberías tratar de resolver algo violentamente, cálmate. — Respondí

A los pocos segundos esa mujer se desquitó sobre mi cabello, me lo estaba estirando, cuando iba a reaccionar alguien se interpuso...





















¡Hola a todos!
Espero que desde aquí les este gustando, estaré subiendo cada capítulo en cuanto pueda !!!
Este capítulo es cortitoo

Con solo verte  [2hwang] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora