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"La damisela en peligro"
Daphne Hale.
Hija de Atenea, aunque muchos de sus "hermanos" podrían apostar por su "poca" inteligencia.
Muchos del campamento podrían denigrarla por no ser la típica hija de la diosa de la sabiduría. Algunos decían que su belleza era como la de una hija de Afrodita, como su mejor amiga Silena.
Ella no hacía caso a esos tipos de comentarios. Generalmente los evadia y solo continuaba con su día tranquilo, pero cuando se despertaba de mal humor los campistas podrían entender porque algunos dudaban sobre que fuera hija del dios de la guerra.
Su círculo social se reducía a Silena y algunas veces la hija de afrodita arrastraba a Clarisse con ellas. No era como si muchos quisieran juntarse con ella después de todas las peleas en las que estaba.
Como en la que esta justo ahora.
- No eres muy lista para ser hija de Atenea, ¿no?
-y tu no eres muy bonita como para ser hija de Afrodita- respondió con una pisca de sarcasmo hacia la rubia frente a ella.
Algunos campistas que se habían formado en ciculo al rededor de ellas comenzaron a abuchear haciendo que la chica frente a Daphne se molestara.
¿Como había llegado a esa situación?
Ella solo iba caminando con Silena cuando algunas hijas de Afrodita comenzaron a lanzar comentarios ofensivos hacia ella, como que su cabello era horrible, decían que no podía ser más decepcionante para Atenea que ella fuera su hija
Había tratado de pedirles amablemente que la dejaran en paz, pero una tomó la valentía de empujarla levemente.
Y la paciencia no era lo suyo, algo que Odiaba la chica Hale era a los Bullies.
Su amiga había intentado detenerla, ya que se podría Meter en problemas. Sin embargo sus intentos no sirvieron.
-Daph, dejala porfavor- grito Silena, pero su amiga no la escuchaba por todo el ruido.
-Te crees demasiado y eres insoportable- dijo la chica empujandola
-Si, lo soy - paso una mano por su cabello antes de empujarla al suelo.
La Rubia se levantó y se acercó a ella con rabia haciendo que Daphne también se acercara a ella amenazante.
Su amiga la miró preocupada y aún gritaba en vano para detenerla.
Aunque enrealidad no llegó a hacer nada porque cuando levantó su puño para golpearla, alguien la tomó de la cintura.
-Sueltame- intento sazarse de agarre, pero era más fuerte.
-Se acabó la pelea.
Entonces el círculo se comenzó a disipar y todos volvieron a sus actividades mientras algunas hijas de Afrodita ayudaban a levantarse a su hermana.
El chico levantó a la castaña que aún le gritaba para que la liberará y la arrastro hacia el bosque.
-Sueltame- el pelinegro la bajo con cuidado.
La chica se acomodo su cabello antes de mirar con indignación al mayor.
- Castellan- hablo alzando la mirada para verlo mejor.
Maldita estatura
-Pecas- saludo el chico y ella rodó los ojos ante el ridículo apodo.
-¿Que haces aquí?
Le parecía extraño el hecho de que Luke le dirigiera la palabra luego de dos años.
-Ah, nose, talvez salvandote- dijo con sarcasmo.
-No soy una damisela en peligro, Luke. No te pedí que me salvarás.
-No lo tienes que pedir- se acerco a ella pegando las puntas de sus narices.
-La próxima vez no te metas en mis asuntos- escupió ella con enojo.
-La próxima vez no te metas en una pelea- atacó con su voz gruesa.
-No es algo que te importe- lo empujó levemente poniendo sus manos en su pecho.
Pero el no se alejo, solo coloco sus manos en los antebrazos de ella.
- Te podrías meter en problemas, Quiron se podría enterar- hablo más calmado.
-¿Y quien se lo diría?¿Tu?- cuestiono con burla.
-Yo no se lo diria- hablo el acercándose más ahora pegando sus frentes.
-Escuche que ahora eres el consejero de la cabaña 11, eso es lo que hace los consejeros ¿no?, informar.
El castaño rodó los ojos.
-Eso no es lo que yo haré.
-Bien- el chico salio de su trance cuando ella se alejo completamente- sigue sin decir nada.
Luke no pudo decir nada porque la chica comenzó a caminar dejándolo atrás.
Cerró los ojos y suspiro con frustración sentándose en una roca viendo como la castaña se iba.
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Daphne estaba a un lado de Silena.
-Odio cuando te metes en peleas- dijo su amiga.
-No lo entenderias- observo el lago frente a ellas.
-Se que te afecta que te digan todo eso, se que tienes un corazón que proteger, Daph.
- Ni si quiera me importa lo que ellos digan- fruncio el ceño y lanzó una piedra hacia el agua.
-Si, lo hace- insistió, pero ante la mirada que le dio la chica se quedo callada.
-¿Podríamos no hablar de eso?-pidio.
-Bien.
Ambas de quedaron lanzando piedras en silencio. En un momento Silena dormida en el hombro de la castaña.
Daphne observo en silencio el lago mientras el ruido de los pájaros y el viento se escuchaba de fondo.
Ese día se cumplía otro año desde que había llegado al campamento. Su padre prometió regresar por ella en el verano.
pero ya habían pasado 5 años desde ese verano...
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No había tenido tiempo de empezar este fin, y ahora si. Este es el primer capítulo y espero que disfruten esta historia.
