Otoño

30 1 0
                                    

Una noche de otoño donde se podía sentir el aire fresco pasar entre tu ropa, hacerte sentir escalofríos hasta erizarte la piel sin embargo mis amigas y yo no llevábamos abrigo.
Creo que era la adolescencia la que afloraba en nosotras, no sentíamos frío, podíamos caminar todo el día sin cansarnos las ventajas de ser joven.

Estábamos cursando quinto año de la escuela Católica especialidad en Ciencias Sociales, siempre soñé con ser abogada.
En ese momento tenía tres amigas, muy distintas todas, cada una tenía su personalidad su historia, su forma de ver el mundo pero en algún momento coincidimos y ya no pudimos separarnos.
Majo era la más alta, imponente con su carácter amable, buena compañera con todos pero tenía una familia muy estricta, no la dejaban salir mucho más que a la escuela. Así que fue difícil rogarle a su mamá para que esa noche saliéramos todas juntas.
Emma la más inteligente siempre tenía buenas notas, tímida pero divertida; por último estaba Maca tenía un año más que nosotras, había repetido un año era el alma de la fiesta todo el tiempo tenía ocurrencias divertidas, era experimentada así que siempre nos daba consejos.
Esa tarde la pasamos en casa de Emma llevábamos comida, ropa y maquillaje, nos íbamos a preparar en su casa para salir más tarde. Los padres de ella eran tan amables nos aguantaban todo nos hacían sentir como a una hija más.
Me puse unos jeans muy anchos en la parte de abajo con un top celeste sin ropa interior todavía no podía acostumbrarme a llevarla puesta todo el tiempo me gustaba la libertad que sentía. Todas nos pusimos jeans cada una acordé a su personalidad, nos maquillamos un poco ya estábamos listas; salimos caminando estábamos bastante cerca, sacamos nuestras entradas dimos unas vueltas hasta llegar a la disco. Me gustaba mucho la sensación de estar con mis amigas todo ese tiempo nos divertíamos tanto, ellas me sacaban un poco de todo el lío en mí cabeza.
Bailamos mucho sin darnos cuenta del tiempo, se acercaron chicos para sacarnos a bailar pero creo que ninguna se sintió atraída. En un momento de la madrugada se acercaron dos chicos uno era notablemente mayor que nosotras, tenía unos ojos azules tan intensos, de 1,70 aproximadamente, cabello rubio y ondulado, nos saludó se presentó como Mark y nos presenta a su sobrino era alto, esbelto, de cabello castaño oscuro con unos ojos marrones penetrantes, me quedé embelesada su cuerpo era tonificado pero no exagerado lo podías notar por la camisa negra que llevaba.
Escucho su voz entre todo ese ruido

- hola, soy Bastian.

Tenía una voz profunda que me hizo sentir nerviosa hubo algo en el que no podía explicar. Me dije

- Necesito conocerlo un poco más.

Solo esperaba que me saque a bailar , lo mire estira su mano hacia mi le sonrió y me dejó llevar. Cuando nos rozamos sentí sus manos tan suaves, grandes, las mías se perdían entre sus dedos.
De fondo podía sentir la música sonar pero mí cerebro no estaba prestando atención a nada más que a él.
Me sonrió

- me gustan tus ojos

Me sonroje y seguí bailando

- Vivis acá o solo estás de paseo

-si vivo acá. Vos?

- no yo soy de otra provincia

-Y qué haces acá?

- vivo con mis abuelos, por ahora.
  cuántos años tenes? No sos menor? Se ríe

-creo que un poco, 16 tengo pero tal vez vos no estás tan alejado

-yo 18

- entonces estamos bien, no creo debamos preocuparnos por eso ahora.

Se acerca a mí, podía sentir su aroma fresco, dulce,delicado,era tan placentero.Bailamos unas,dos me perdí en cuántas canciones sonaron en ese tiempo, nos rozabamos sentía una electricidad al tocarlo que me hacía no querer irme.

El cielo después de la Lluvia 🌤️Where stories live. Discover now